Manejo de suelos para la rehabilitación de tierras de pastizales
La productividad de los pastizales en el sureste de Coahuila, se encuentran altamente deteriorada debido a las actividades antropogénicas. El pastoreo extensivo caracterizado por el uso continuo, con alta carga animal, provoca deterioro y compactación del suelo, además, debido a la alta selectividad del ganado por las especies de alto valor forrajero, reduce la productividad de las tierras de pastoreo induciendo la invasión de especies de bajo valor nutrimental.
Frente a este escenario, surge la necesidad de mejorar las tierras de pastizal con acciones eficientes para la rehabilitación de este tipo de áreas, realizando la resiembra de pastos, como el zacate buffel, especie bien adaptada a la región sureste del estado de Coahuila, así como el uso de prácticas de labranza mecanizadas para el acondicionamiento de camas de la siembra del pasto.
Fotografía: Condición pobre de tierra de pastizal
Dentro de las prácticas de labranza mecanizada para la siembra de pasto destacan el subsoleo y el barbecho ya que benefician el establecimiento, desarrollo y la producción de zacate buffel, así mismo permiten incrementar su producción por unidad de superficie.
Se recomienda aplicar esta tecnología en terrenos profundos con pendientes del 2 al 4% con temperatura media anual de 18°C y una precipitación entre 250 a 350 mm, una altitud 1100 a 1500 msnm.
Para la rehabilitación del pastizal con semilla se debe realizar en terrenos con cercado perimetral o instalar cercas con alambre de púas con el propósito de no permitir el acceso del ganado por lo menos un año y lograr de esta manera el establecimiento y desarrollo del zacate buffel.
Fotografía: Preparación del terreno
La preparación del sitio se debe realizar previo al período de las lluvias de verano. Para acondicionar las camas de siembra, se utiliza un tractor con arado subsoleador o de discos con el propósito de romper la superficie altamente compactada y voltear el suelo a un espesor de 30 cm de la capa arable.
La siembra se realiza al voleo, la semilla se dispersa sobre el área de rehabilitación en forma manual con una densidad de siembra de semillas (Espiguillas o florete) 10 kg/ha de zacate buffel común, Titán o Regio (preferentemente variedades que soporten bajas temperaturas).
Después de la siembra se cubre con un paso de ramas de mezquite u otro material vegetal del área procurando que las semillas no queden enterradas a profundidad mayor de 1 a 2 cm se cubre la semilla para evitar la pérdida por aves, insectos y el viento. Para esta actividad se acondicionan ramas a la rastra del disco y son tiradas por un tractor agrícola o mediante tracción animal.
Fotografía: Siembra de pasto
Al romper la superficie del suelo aumenta la capacidad de infiltración y aireación, que repercute en una excelente germinación del zacate buffel con una vigorosa raíz que permite que estas penetren fácilmente al suelo para la búsqueda de agua y nutrientes y además promueve el crecimiento y desarrollo del zacate buffel sembrado.
El uso del subsuelo y del barbecho son de las prácticas más frecuentes para el acondicionamiento de las camas de siembra para el zacate buffel en la rehabilitación de tierras de pastizales, dado que benefician la germinación de las semillas, y por lo tanto, el establecimiento, desarrollo y la producción del zacate buffel, así mismo, permite incrementar la producción de forraje por unidad de superficie, e incrementar la capacidad de carga animal. Con la presente tecnología la salud del pastizal pasa de una condición pobre a una condición excelente
El área rehabilitada debe permanecer excluida al ganado y no realizar algún corte en al menos dos años, con el propósito de que la planta se arraigue al suelo. Además, se deben hacer recorridos de campo por el potrero para revisar la condición de los cercos. Si se presentan malezas, se sugiere aplicar herbicidas selectivos.
Investigador Responsable: Dr. Francisco Castillo Reyes / reyes.francisco@inifap.gob.mx
