El presidente de Anetif analiza los retos y problemas que debe afrontar la industria cárnica mexicana

Más allá de esta situación de mejora de la sanidad animal, el presidente de ANETIF, señaló que hay otros factores que están afectando el comercio y los precios de la carne, como el encarecimiento de los granos, el alza en energía, transporte, los brotes sanitarios y la sequía.
Agregó que, aunque hay más ganado retenido en el país, a raíz de la suspensión de exportaciones a Estados Unidos, no significa que la carne sea más barata. Al contrario, los precios se han mantenido altos por los costos de alimentación animal.
“En el caso de la carne de vacuno, estamos viendo un ciclo ganadero muy afectado por la sequía. Menos pastos, menos agua y menos cabezas disponibles significan precios más altos. La carne de cerdo ha tenido un alza todavía más marcada, con una inflación del 12.6% anual, lo que se debe a una combinación de fuerte demanda interna, costos internacionales elevados, y dependencia de importaciones de Estados Unidos. Y en el caso del pollo, aumentó casi 9% en solo una quincena. El consumidor migra entre proteínas según su bolsillo, pero al final todas están bajo presión por demanda, enfermedades y costos de producción”, precisó el presidente de ANETIF.
Añadió que todo apunta a que los precios se mantendrán altos durante 2025, previendo que la estabilización podría llegar en 2026, cuando los hatos ganaderos se recuperen y los costos de producción se ajusten.
Recalcó que se trabaja con el gobierno federal en acuerdos voluntarios dentro del PACIC para estabilizar precios, y desde el sector TIF se canaliza el ganado disponible hacia plantas certificadas, aumentando la oferta de carne procesada de calidad para el mercado interno y en algunos casos externo. No se trata solo de tener más ganado, sino de poder procesarlo, distribuirlo y venderlo de manera eficiente en los mercados ya existentes.
Desde Anetif y junto con nuestros aliados en la industria, indicó Alonso Fernández Flores, se sigue trabajando en soluciones que pasan por una mayor eficiencia logística, diversificación de las importaciones cárnicas, estrategias de cobertura para las materias primas así como importaciones estratégicas sin aranceles.
Estas últimas, ya se realizan algunas a través del decreto Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) de exención arancelaria, el cual extendió su validez hasta diciembre del 2025. “Se deben mantener estas medidas mientras dure la crisis de precios, pero siempre cuidando que los productos importados cumplan los estándares sanitarios, ya que el consumidor necesita contar con proteínas accesibles, pero sin comprometer la calidad ni la seguridad alimentaria”, expresó el presidente de Anetif.
Subrayó que los retos de la industria cárnica ante este panorama y los conflictos geopolíticos son grandes. Sin embargo, apuntó que se preparan para superarlos con prevención sanitaria, cooperación internacional y mejoras estructurales, fortaleciendo el sistema de inspección y trazabilidad, como lo hace el sistema TIF, diversificando mercados y proveedores y apostando por la sustentabilidad y la productividad para no depender de subsidios o medidas temporales.
“Estamos viviendo una tormenta perfecta y necesitamos respuestas técnicas e integrales, no solo políticas”, indicó finalmente Alonso Fernández Flores.