Canadá reporta la presencia de la enfermedad de Newcastle por primera vez en 50 años

Las autoridades sanitarias de Canadá confirmaron la presencia de la enfermedad de Newcastle en dos granjas comerciales de pichones ubicadas en Chilliwack, Columbia Británica. Este caso marca la primera aparición del virus en el país en más de cinco décadas, desde que en 1973 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) declaró al país como libre de esta enfermedad.
Como parte de las medidas de contención, las aves afectadas fueron sacrificadas y las instalaciones, completamente desinfectadas. Actualmente no existe un tratamiento específico contra el padecimiento, y la vacunación de aves silvestres no es viable, lo que limita las opciones de prevención y control.
Detección del brote y medidas cuarentenarias aplicadas
El brote fue identificado luego de que la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA, por sus siglas en inglés) recibiera reportes sobre muertes inusuales de aves en ambas unidades de producción. Los cadáveres fueron analizados por el Centro Nacional de Enfermedades Exóticas de esta misma agencia, que confirmó la presencia del virus APMV-1. La secuencia de múltiples aminoácidos básicos detectada coincide con la de la enfermedad de Newcastle y muestra una alineación genética con paramixovirus de paloma que actualmente circulan en Europa y Asia.
Ambas granjas fueron puestas bajo estricta cuarentena. Las autoridades implementaron restricciones de transporte, control de actividades y establecieron una zona de exclusión alrededor de las instalaciones para evitar la propagación del virus a otras áreas.
Varios países con brotes activos
De acuerdo con datos recientes de la OMSA, los brotes activos de la enfermedad de Newcastle se encuentran actualmente en Polonia, Malta, Burkina Faso y, ahora, Canadá. Esta enfermedad viral es altamente contagiosa entre aves domésticas y silvestres, y puede provocar una significativa reducción en la producción de huevos, así como elevadas tasas de mortalidad en aves comerciales
Aunque el virus puede afectar a los seres humanos, el riesgo para la salud pública es considerado bajo. La enfermedad puede causar conjuntivitis leve en personas que están en contacto directo con aves infectadas, pero no representa una amenaza grave siempre que se sigan los protocolos de bioseguridad recomendados.
Fuente: Avicultura.mx