‘Recortes a Sader impidieron proteger al ganado’

El cierre de la frontera a la importación de ganado mexicano por la presencia del gusano barrenador, es resultado del recorte presupuestal a la Sader y Senasica que no cuentan con recursos suficientes para el monitoreo y prevención de plagas, consideró el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Miguel Nájera Villegas.
El representante de los ejecutivos de finanzas expuso que las consecuencias en las reducciones de los presupuestos no son inmediatas, sino que se observan al pasar los años, como ha ocurrido ahora con el cierre de la frontera a la exportación de ganado en pie por la falta de contención de las autoridades sanitarias ante el avance de la propagación del gusano barrenador.
De acuerdo con el IMEF, la reducción presupuestal en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) desde 2019 ha tenido mucho que ver en la vulnerabilidad ante las plagas.
El presupuesto de la Sader ha disminuido 38 por ciento en términos reales desde 2019 y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasic) ha visto su presupuesto reducirse 50 por ciento en términos reales desde ese año.
Nájera Villegas apuntó que esta misma situación se observa con la vacunación en la población, pues de ser México de los principales países en este tema, hoy observan brotes de sarampión.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), Álvaro Bustillos Fuentes, señaló anteriormente que la afe
El secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada, por su parte, señaló que los ganaderos de la entidad gastan cerca de 21 millones de pesos diarios por la alimentación de las cabezas que han quedado varadas tras el cierre de Estados Unidos a la exportación mexicana.
Explicó que cada ejemplar consume el 7 por ciento de su peso en pastura y granos, lo que significa que una res de 500 kilos requiere alrededor de 30 kilos de comida, que puede costar alrededor de 180 pesos.
El secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada, por su parte, señaló que los ganaderos de la entidad gastan cerca de 21 millones de pesos diarios por la alimentación de las cabezas que han quedado varadas tras el cierre de Estados Unidos a la exportación mexicana.
Explicó que cada ejemplar consume el 7 por ciento de su peso en pastura y granos, lo que significa que una res de 500 kilos requiere alrededor de 30 kilos de comida, que puede costar alrededor de 180 pesos.
En los ranchos y corrales particulares de la entidad hay 120 mil animales que esperan para ser enviados a Estados Unidos, lo que en conjunto daría un gasto aproximado de 21 millones de pesos diarios sólo en alimentación.
Fuente: El Diario