Cuestionan tema político en freno a ganado

Ciudad de México.- El cierre de la frontera con Estados Unidos para el ganado mexicano responde más a presión política y hasta una forma de llamado de atención a México por no acatar las medidas de alerta sobre el gusano barrenador.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), acotó que la medida de impedir el paso del ganado mexicano responde más a una acción política, que va en detrimento directo de los exportadores mexicanos, que afecta a toda la cadena agropecuaria.
“El tema es mucho político, porque la realidad es que México debiera estar exportando, porque no tenemos gusano barrenador en el norte del País.
“Ahorita, con el tema de la influenza aviar, no le cerramos (el paso) a Estados Unidos”, recordó el directivo sobre la estrategia mexicana de regionalizar las zonas libres de patógenos e importar desde ahí.
Álvaro Bustillos, presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, expresó que Estados Unidos ha aplicado medidas restrictivas contra el ganado de exportación mexicano del norte, pese a que los protocolos que se siguen en esa zona son prácticamente los mismos que ordena del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
“Hoy los estados exportadores somos la moneda de cambio, somos la medida de presionar al Gobierno de México a que muestre el mismo interés que los americanos tienen sobre el tema y que haya una colaboración y coordinación efectiva con acciones que puedan contener el gusano barrenador”, señaló el ganadero.
Además, cuestionó la capacidad de Estados Unidos para cerrar el intercambio comercial prácticamente con mensajes en redes sociales, mientras que en México no es posible controlar los flujos irregulares de ganado y reforzar la vigilancia en la frontera sur.
“Si Estados Unidos nos está exigiendo unas medidas precautorias, ¿por qué México no puede exigir lo mismo en el sur del País?
“Tenemos que igualar los protocolos para salvaguardar la sanidad del País”, declaró el ganadero de Chihuahua.
Agencia Reforma