Portada

Durante la COP 28 de Dubái, en el IICA pidieron reconsiderar el impacto de la ganadería en la crisis climática

Desde el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) hicieron un llamado a contabilizar de forma adecuada las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) derivadas de la actividad ganadera, asegurando que se le están imputando las provenientes de otros sectores que no corresponden.

Esto quiere decir que en dichas mediciones solo debe considerarse lo generado durante el periodo de cría de los animales, que solamente tiene una participación de 5% en el volumen global, y no lo referente a la industria del transporte, de los frigoríficos y la dedicada a la distribución en general.

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28) de este año, explicaron que en su conjunto, estos segmentos de la economía aportan un volumen considerable de emisiones, debido a su alto consumo de combustibles fósiles.

Sin embargo, dichos factores, pese a ser externos a la ganadería, son tomados en cuenta por otros países dentro de los sistemas empleados para medir la huella de carbono, mismos que se utilizan para levantar barreras comerciales a los productos de importación, indicaron.

Con base en el estudio “Ganadería bovina y cambio climático en las Américas: hacia modelos de desarrollo bajos en carbono”, aseveraron que esta metodología no es acorde con los preceptos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), la máxima autoridad científica en la materia.

Los aportes que hace la ganadería disminuyen con el paso del tiempo

El trabajo elaborado por el científico argentino, Ernesto Viglizzo, reflejó que en comparación con las emisiones derivadas de otros segmentos y la sociedad, el carbono aportado por la producción bovina tiende a disminuir porcentualmente con el paso del tiempo, lo cual debe ser considerado al momento de juzgar a esta actividad.

Cuando se habla específicamente de la región americana, el impacto ambiental es aún menor, ya que en su mayoría se implementan sistemas pastoriles, que a través de la fotosíntesis de la vegetación compensan total o parcialmente las emanaciones biogénicas de los animales.

Finalmente, se aclaró que en las últimas dos décadas se han publicado numerosos estudios que ponen el enfoque en el impacto negativo de la ganadería bovina, sin embargo, estos han omitido sus implicaciones positivas en la seguridad alimentaria, la nutrición y en el crecimiento económico de los países en desarrollo.

Fuente: Ganadería.com

Related Articles

Back to top button