Las pérdidas por la falta de cultivos debido a la escasez de agua en el estado serán de 8 mil millones de pesos, informó el jefe del departamento de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), Rogelio Olvera García.
Agregó que los daños incluyen las 50 mil hectáreas que no tendrán siembra en este ciclo agrícola; es decir, un 45 por ciento de las 110 mil que riegan con las presas, mientras que el resto del campo tendrá volúmenes muy reducidos de plantaciones perennes, pero casi sin producción.
Rogelio Olvera García señaló que las 50 mil hectáreas que han quedado fuera de toda actividad agrícola están en las regiones de Delicias – Camargo, Guerrero, Buenaventura, Flores Magón y Jiménez.
En tanto, las demás 60 mil de plantaciones perennes —nogales, manzanos y alfalfa—, recibirán un fruto mínimo que sólo bastará para mantener vivos los árboles, pero sin cosecha significativa.
En el caso particular de Ojinaga, prevén que cerca de 10 mil hectáreas sí completen el ciclo con normalidad, gracias a la combinación de aguas superficiales y subterráneas.
No obstante, la merma productiva en la mayor parte del estado derivará en menor oferta de forrajes y frutos de nogal y manzana, tradicionales en la región sur.
El secretario explicó que la incertidumbre en torno a la temporada de lluvias agrava el panorama. Aunque el periodo de precipitaciones inicia normalmente después del 20 de junio, el déficit acumulado en los dos años más secos de la historia del estado impide confiar en una recuperación pronta de los embalses.
Incluso un episodio extraordinario de lluvia no bastaría para restablecer niveles óptimos, dijo, pues requerirían varios ciclos favorables para recuperar el volumen perdido.
Agregó que la afectación económica trasciende el valor de la cosecha, ya que esperan pérdidas de empleo entre jornaleros y operadores de riego, quienes deberán buscar ocupación en otras zonas o actividades.
Al respecto, las autoridades de la SDR analizan medidas de apoyo temporal, como subsidios para la perforación de pozos profundos y estímulos a la adopción de sistemas de riego tecnificado.
Pese a la magnitud del golpe al sector agrícola de aguas superficiales, Olvera García descartó riesgos graves de desabasto alimentario, dado que la mayor parte de la superficie sembrada en Chihuahua recurre a extracciones subterráneas. Aun así, advirtió que el costo de producción aumentará y elevará el precio de algunos productos regionales durante los próximos meses.
Fuente: El Diario