Pecuaria

La producción italiana de elaborados cárnicos creció en 2024 un 1,2 % en cantidad y un 3,2 % en valor

Con motivo de la asamblea general de Assica, celebrada en Bruselas con motivo de la campaña europea “Trust Your Taste – Choose European Quality”, se presentaron los datos económicos del sector de elaborados cárnicos de Assica. En 2024, en el país transalpino se produjeron 1,16 millones de t de productos cárnicos y el valor estimado alcanzó los 9.463 millones de euros, un 3,2 % más.

El consumo se ha contraído y se cifró en 984.000 t (-1,3 %), con un consumo per cápita de derivados cárnicos en torno a 16,5 kg/persona durante 2024 y de 27,6 kg/persona para la carne de cerdo, que bajó un 1,8 %.

Los elaborados con mayor consumo fueron los productos cocidos como el jamón, con un 28,1 % del total,  seguido del jamón curado (21%), la mortadela y las salchichas (19,7%), el salami (8,5%) y la bresaola (2,5%).

En lo referente a las exportaciones de este tipo de productos, tuvieron un valor de 2.378 millones de euros, un 9,5 % más en valor y un 12,9 % en cantidad con 229.888 t.  “Un resultado extraordinario, obtenido a pesar de las dificultades relacionadas con la peste porcina africana (PPA), las restricciones sanitarias y el complejo contexto geopolítico” señalan desde la asociación.

Para Assica, estas cifras son positivas en producción y exportación pero hay que tener en cuenta también un descenso del consumo interno: “queda confirmada la capacidad para competir en los mercados internacionales, pero debemos reflexionar sobre los cambios en los hábitos alimentarios de los consumidores italianos, promoviendo al mismo tiempo una comunicación más concisa sobre la calidad, la seguridad y el valor cultural de nuestros productos”, señala el presidente de Assica, Lorenzo Beretta.

El máximo responsable de la organización cárnica apunta también el fuerte incremento de los costes de producción “lo que dificulta la competencia en el mercado nacional. Los conflictos en Oriente Medio, en particular entre Israel e Irán, son una grave preocupación para nuestro sector. Una conmoción similar a la generada por la guerra en Ucrania, con el consiguiente aumento de los precios de la energía, que ya se encuentran entre los más altos de Europa, y la inflación, sería difícil de absorber para las familias italianas. Esperamos firmemente que estos escenarios no se materialicen y que se inviertan todos los recursos para apoyar nuestra economía y nuestro sector”, declaró Beretta.

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