El parón de las exportaciones cárnicas de EE.UU. a China podría suponer unas pérdidas de 5.000 millones de dólares al año

Borror añade que estas pérdidas ascenderían a unos 4.000 millones de dólares anuales para la carne de vacuno y más de 1.000 millones para la de cerdo.
En el caso de este último tipo de carne, EE.UU. siempre ha sido un gran exportador y por ello, las empresas que vendían en China han tenido que buscar nuevos mercados, pero esto también tiene dificultades ya que el producto para China cuenta con un etiquetado especial y “es un producto sin ractopamina con una etiqueta de China tanto en la bolsa como en la caja. Es una producción costosa, específica de China”.
A pesar de los informes que indican que se está produciendo una reducción de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, ninguno de los dos países ha ajustado sus aranceles. El arancel chino sobre la carne de cerdo y los productos porcinos estadounidenses es del 172 %, mientras que el de la carne de vacuno y sus variedades es del 147 %.
Las exportaciones de carne de vacuno estadounidense enfrentan un desafío adicional, ya que China no ha renovado los registros de 400 instalaciones de carne de res de EE. UU., lo que hace que la mayor parte de la producción de carne de vacuno estadounidense no sea elegible para China.
China renovó los registros de la mayoría de las instalaciones de carne de cerdo de EE. UU. en marzo, pero el país aún no ha renovado los registros de nueve plantas que vencieron en abril.