| Durante enero, los mexicanos que reciben remesas captaron 4,406 millones de dólares, revela información del Banco de México (Banxico). El flujo de transferencias que llegó a los hogares superó en 12.5% los envíos que hicieron los trabajadores mexicanos desplazados en el mismo mes del año pasado, cuando se registró una entrada de 3,918 millones de dólares y quedó registrado como la mayor entrada para un mes similar desde que se tiene registro.
Sin embargo, al compararlo con el ritmo mensual de envíos que traían las remesas en el 2022, con niveles arriba de 5,000 millones de dólares, se observa una moderación que deja a los hogares receptores con el ingreso más bajo desde febrero del 2022.
La información de Banxico precisa que las citadas transferencias se originaron en 11.8 millones de transacciones con envíos promedio de 374 dólares.
El giro medio que recibieron los 4.4 millones de hogares durante enero resultó el más bajo registrado en 12 meses.
Jesús Cervantes González, director de Estadísticas Económicas y el Foro de Remesas de América Latina del Centro de Estudios Monetarios de Latinoamérica (CEMLA), explicó que la moderación mensual del ingreso por remesas en enero se debe a un efecto estacional.
En los últimos 15 años, las remesas de enero han sido menores que las de diciembre y suelen tener una baja estacionalidad en el primer trimestre del año.
Pero también advirtió que “se espera una desaceleración de estos envíos en los primeros tres meses del año ya que las cifras de empleo de Estados Unidos de los trabajadores mexicanos inmigrantes están debilitándose”.
En este mismo sentido va la observación del economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, quien mencionó que el perfil de moderación en la actividad económica de Estados Unidos, así como la alta base de comparación del año pasado, podrían conducir a una moderación en los flujos de remesas hacia México para los próximos trimestres.
Ramos recordó que uno de los incentivos del envío de remesas hacia México durante el año pasado fue la sólida dinámica del mercado laboral de Estados Unidos.
Fuente: El Economista |
