Pecuaria

Reducir el consumo cárnico es una solución limitada, el comentario de la FAO para las emisiones GEI en el sector pecuario

En la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicaron que al contribuir el sector pecuario al cambio climático, es importante plantear estrategias enfocadas hacia su sostenibilidad y si bien reducir el consumo de carne puede ayudar, es una solución con alcances limitados.

La ingesta de estos alimentos incrementa a medida que lo hace el poder adquisitivo de las personas, los gobiernos y el crecimiento de los centros urbanos, por lo que bajar la demanda realmente solo es plausible en territorios considerados como de altos ingresos.

Sin embargo, en el caso de los países de ingresos medios, la contracción en la cantidad de carne que comen las personas sería compensada por las emisiones derivadas de la producción de frutas, frutos secos y verduras cultivadas en invernaderos.

Para las regiones de bajos ingresos, reducir el consumo cárnico no es opción, pues los organismos internacionales como la FAO recomiendan incrementarlo, no solo de estas proteínas, sino de otros alimentos en general, incluidos los vegetales.

Nutrición animal y sanidad, las soluciones más efectivas

Por este motivo, las soluciones propuestas deben estar enfocadas en mejorar el desempeño de los animales y disminuir las emisiones a través de una mejor nutrición, así como la implementación de medidas orientadas hacia el cuidado de la sanidad.

De acuerdo con cifras del organismo, a nivel mundial el sector pecuario es responsable de 12% de la generación de GEI antropogénicos, es decir, derivados de las actividades humanas, esto teniendo como referencia datos de 2015, cuando le contabilizaron 6.2 gigatoneladas de carbono.

Este fue el resultado de la producción global de 810 millones de toneladas de leche, 330 mt. de cárnicos y 78 mt. de huevo para plato, así como el volumen necesario de alimento balanceado para la nutrición de los animales requeridos.

Las emisiones indirectas también fueron contabilizadas

En cuanto a las emisiones catalogadas como indirectas, se tomaron también en cuenta la fabricación de abonos y pesticidas para la agricultura, el transporte, la transformación de materias primas y la conversión de bosques en pastizales o campos de cultivo.

Otras estrategias que se deben considerar para reducir el impacto ambiental están relacionadas con el mejoramiento genético y la selección de características que permita tener animales con mejor digestión y menor desperdicio de nutrientes.

Fuente: Porcicultura.com

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