Prácticas en la crianza de reemplazos Holstein para la producción lechera
Con el objetivo de optimizar el manejo de bovinos y elevar la calidad genética de los reemplazos Holstein, el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal (CENID FyMA) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló una estrategia integral para apoyar a productores y técnicos especializados en la producción semitecnificada de leche.
En México, los sistemas especializados en producción de leche basados en ganado Holstein se dividen en dos modalidades: el sistema familiar de producción lechera, común en el Altiplano Central y los Altos de Jalisco; y el sistema intensivo, que predomina en la Región Lagunera (Coahuila y Durango), Chihuahua Guanajuato y Querétaro. Ambos sistemas enfrentan retos significativos, especialmente en la crianza de becerras y vaquillas de reemplazo de calidad.
Uno de los principales desafíos es el crecimiento lento de las vaquillas, lo que ocasiona que el primer parto ocurra después de los 25 meses de edad, afectando la eficiencia y la productividad del hato lechero. Este problema se agudiza en el sistema familiar, donde el acceso a tecnologías avanzadas es limitado, y la optimización de la crianza es vital para garantizar la sostenibilidad económica.
La estrategia integral desarrollada por investigadores del CENID FyMA en colaboración con investigadores de otros centros incluye:
- El uso de dietas balanceadas que favorezcan el desarrollo óptimo desde la etapa de lactancia
- Evolución del crecimiento y factores de emisión de metano de becerras Holstein
- Programas de manejo sanitario preventivos
- Selección genética para garantizar un reemplazo de mayor calidad
- Tecnologías y el costo de producción asociados a la crianza de vaquillas de reemplazo
Este enfoque permite que las vaquillas alcancen indicadores de crecimiento y desarrollo adecuados al llegar a su primer parto, a una edad de 22 a 24 meses, lo que reduce el intervalo entre generaciones y mejora la eficiencia productiva y reproductiva. Además, se mejoran tanto los aspectos nutricionales como sanitarios en la crianza de los bovinos, fomentando la salud y sobre todo, el bienestar animal.
Con la implementación de esta estrategia los productores podrán mejorar su capacidad de respuesta ante los desafíos del mercado y asegurar la continuidad de la producción lechera en sus unidades de producción familiar.
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