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Necesario mejorar prácticas de cultivo de maíz: INIFAP

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas. El maíz en Chiapas es un cultivo estratégico, como lo es a nivel nacional; representa seguridad alimentaria, soberanía y cultura, sin embargo, en los últimos años ha presentado bajos rendimientos en cultivos de riego y temporal, con 1.6 y 3.9 toneladas por hectárea, respectivamente, que representa pérdida de capital derivado de la erosión de suelos.

Walter López Báez, director de Coordinación y Vinculación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) en Chiapas, indicó que para fomentar un mejor rendimiento del cultivo de maíz desarrollaron el identificador de zonas potenciales y soluciones productivas sostenibles para el cultivo del mismo, es decir, una aplicación móvil.

Señaló que un factor para el bajo rendimiento es que el 80 por ciento de los productores tienen superficies menores a cuatro hectáreas, lo que complica su organización, la transferencia de tecnología y el acceso al crédito, representando un gran desafío precisamente para contrarrestar ese bajo rendimiento.

Mencionó que el Inifap en 30 años de investigación ha regionalizado las zonas con mayor potencial para el cultivo de maíz, ya que es importante saber dónde están las mejores áreas para producir en términos comerciales.

Ha generado soluciones productivas sustentables para una transición agroecológica en base a factores de diagnóstico, y ha puesto toda esa información generada a disposición de todos a través de una aplicación para teléfonos móviles y la web.

Se tiene un registro de 478 mil 724 hectáreas, de las cuales, 318 mil están catalogadas con muy buen potencial, casi el 70 por ciento de estas en la región Frailesca, Centro y Meseta Comiteca; y 160 mil 724 con buen potencial.

Ofrecen también soluciones sostenibles para las principales limitantes de producción, como pérdidas por sequía por la canícula, compactación, acidez y erosión de los suelos, deficiencia de nutrientes, competencia de malezas, baja fertilidad y daños por enfermedades.

Mencionó que han trabajado también con productores para transitar de una agricultura convencional a una agricultura de conservación, en la que gana el productor y el ambiente, promoviendo la rotación y asociación de cultivos, integración de agricultura y ganadería, laboreo mínimo o nulo del suelo, reciclaje de residuos orgánicos.

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