| La demanda global de litio debiera superar la oferta en los próximos cinco años, en particular si se considera el avance de la electromovilidad, que generará un mercado con una progresiva estrechez.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) señaló recientemente que el segmento de vehículos eléctricos representará el 73% del consumo de litio en 2030, en comparación con el 41% de 2020.
Según Chris Berry, estratega de metales energéticos de la consultora neoyorquina House Mountain Partners, dentro de los próximos 10 a 15 años no aparecerá una alternativa a las baterías de iones de litio en el sector de movilidad.
La falta de disponibilidad de baterías tendrá efectos en la industria, dijo a BNamericas, porque “la materia prima está inmovilizada”.
Agregó que “el año pasado el mercado recién comenzó a darse cuenta de esa realidad. La tesis del litio ya no es un tema de lo que están haciendo China y Tesla. No es China frente al resto del mundo. Es China frente a la UE, frente a Norteamérica y Sudamérica como un gran bloque económico, todos ellos pensando en cadenas de suministro insulares más regionalizadas”.
Esto significa que los actores competirán por recursos y talento para desarrollar mejores formas de construir minas y fabricar baterías.
“Pasamos los últimos 40 años expandiendo la globalización, que es encontrar el productor de menor costo y subcontratar todo. Eso se está replanteando”, manifestó.
Berry aseguró que sí son posibles cadenas de suministro más regionalizadas, pero, además de una mayor conciencia política, es fundamental una nueva política industrial para generarlas.
Sin embargo, una tendencia positiva para el sector del litio es el creciente interés de las empresas de capital privado, entre otras.
“Ahora hay acumulaciones de capital mucho mayores. Hay más dinero mirando la cadena de suministro y tratando de averiguar cómo invertir en los próximos años”, agregó.
Fuente: Bnamericas |
