¿Electricidad gratis? Es cada vez más común
Durante gran parte de la primavera y el verano, a Jeroen van Diesen le pagaron por usar electricidad.
A veces, sus vecinos también venían a usar electricidad, generando aún más dinero.
La situación de Van Diesen refleja la nueva y extraña dinámica de la electricidad que pronto podría convertirse en la norma en muchas partes del mundo: un gran aumento en la energía eólica y solar ha llevado los precios mayoristas a cero o menos durante muchas horas del año, provocando un cambio radical en la forma en que la gente usa la energía, con base en si brilla el sol o sopla el viento.
La mayoría de las personas paga un precio fijo por cada kilowatt-hora de electricidad que consume a lo largo del día. El precio lo fija su compañía eléctrica y sólo cambia a intervalos poco frecuentes, una vez a la semana, al mes o incluso sólo una vez al año.
Van Diesen, un vendedor de software, recientemente se inscribió para recibir electricidad de dos proveedores que le cobran el precio por hora en el mercado eléctrico mayorista holandés, en lugar de un precio fijo que se actualiza mensual o anualmente. Cuando el precio de la electricidad baja lo suficiente, medidores inteligentes en su casa comienzan a cargar sus dos autos eléctricos.
Los precios mayoristas oscilan enormemente cada hora del día, y más aún cuando una mayor proporción de la electricidad fluye de instalaciones eólicas y solares. Como los costos de generación de los parques eólicos o solares son insignificantes, los precios de mercado serán cercanos a cero cuando haya suficiente energía renovable para cubrir la mayor parte de la demanda de electricidad de una región.
La dinámica del mercado eléctrico se vuelve más extraña cuando los productores de energía renovable no tienen incentivos para dejar de inyectar energía a la red, generalmente debido a los subsidios gubernamentales. Entonces las redes pueden verse inundadas con exceso de energía, empujando los precios a territorio negativo.
Van Diesen dijo que ganó 30 euros, equivalente a alrededor de 34 dólares, en los últimos cinco meses cargando su automóvil, suficiente para cubrir la tarifa de servicio de su proveedor de energía, una compañía noruega llamada Tibber.
En algunas de las economías más grandes del mundo, desde Europa occidental hasta California, la aparición de precios mayoristas de energía cero y negativos está aumentando rápidamente.
Precios negativos
Los precios mayoristas en toda Europa continental han caído a cero o menos en el 6% de todas las horas este año, comparado con el 2.2% en el 2023 y apenas el 0.3% en el 2022, arrojan datos recopilados por Entso-E, el grupo de operadores europeos de sistemas de transmisión. En los mercados con mucha capacidad renovable, la cifra este año fue mayor: 8% en los Países Bajos, 11% en Finlandia y 12% en España. Los analistas anticipan que esas cifras aumenten a medida que se instalen más paneles solares y turbinas eólicas.
En algunos mercados estadounidenses -la soleada California, las Grandes Llanuras azotadas por el viento y Texas- los precios cero y negativos ya son comunes. El precio mayorista en el sur de California fue negativo en casi el 20% de todas las horas este año debido al auge en las instalaciones de paneles solares en la región. Eso se compara con alrededor del 5% el año pasado, reflejan datos recopilados por la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Los reguladores estadounidenses han sido cautelosos a la hora de permitir que hogares y empresas se inscriban en planes de electricidad que les cobren precios mayoristas, temiendo que los consumidores puedan verse golpeados por recibos elevados si los precios suben. Los consumidores de Texas que firmaron contratos así recibieron la desagradable sorpresa de recibos enormes en el 2021 cuando una rara tormenta invernal hizo que los precios se dispararan.
Sin embargo, la renuencia de los Estados ahora puede estar disminuyendo a medida que los formuladores de políticas ven cada vez más la fijación de precios en tiempo real como una forma de bajar la demanda máxima, reducir la necesidad de infraestructura costosa e integrar más energías renovables a la red.
En un futuro de energía limpia, el recibo general de energía aún no será cero. Los costos de generación representaron alrededor del 60% de los recibos de los clientes en promedio en Estados Unidos en el 2023. Los costos de transmisión y distribución representan la mayor parte del resto, y se espera que crezcan considerablemente en la próxima década para reforzar la red para calefacción eléctrica, transporte eléctrico y centros de datos.
Los precios negativos también podrían controlarse en los próximos años a medida que los gobiernos, desde Europa hasta California, reduzcan los subsidios a las energías renovables. Los gobiernos están particularmente concentrados en recortar los subsidios a la energía solar, lo que está generando precios negativos en numerosos mercados.
Nerds verdes
En Europa, los fabricantes ávidos de energía están cambiando sus estrategias operativas para maximizar el consumo de energía cuando los precios son cercanos a cero o negativos, mientras reducen el ritmo cuando los precios son altos.
Linde, una empresa de ingeniería con sede en el Reino Unido, está construyendo una nueva generación de plantas de gas industrial que pueden aumentar o disminuir rápidamente su producción dependiendo del precio mayorista de la energía.
Cuando la energía solar y eólica llevan los precios a la baja, las plantas de Linde se ponen en marcha y envían la producción a grandes tanques. Cuando los precios de la electricidad vuelven a dispararse, las plantas pueden volver a reducir su ritmo y abastecer a los clientes con los gases almacenados en los tanques.
“El tanque funciona como una batería virtual”, afirmó Klaus Ohlig, ejecutivo de investigación y desarrollo en Linde Engineering.
Trimet, un productor de aluminio que es uno de los mayores consumidores individuales de energía de Alemania, está revisando sus hornos de fundición para variar su consumo de energía dependiendo de la disponibilidad de energía renovable en la red.
Una nueva ley de la Unión Europea exige que los contratos de energía de precio dinámico estén disponibles para los consumidores en todo el bloque de 27 naciones. Tibber, un minorista de energía con sede en Noruega que cobra a sus clientes el precio mayorista por hora, ha inscrito a más de un millón de hogares en los países nórdicos, Alemania y los Países Bajos.
Edgeir Aksnes, cofundador y director ejecutivo de Tibber, dice que no espera que los clientes sigan constantemente el precio por hora antes de decidir cuándo cargar su auto o hacer funcionar sus electrodomésticos.
“Todo eso se lo podemos automatizar. No tiene la gente que pensar en eso”, dijo.