Porcicultores y engordadores de ganado advierten sobre los riesgos de importar maíz quebrado
Porcicultores y engordadores de ganado en México expresaron su inconformidad ante la reserva aprobada por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, que limitaría las importaciones de maíz transgénico para la nutrición animal a solo grano quebrado.
En la Asociación Mexicana de Productores de Carnes (AMEG) y la Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex), señalaron para Diario Reforma, que esta decisión, podría resultar en graves impactos tanto para la actividad pecuaria, como para el suministro cárnico.
Según los representantes de ambos organismos, el uso de maíz quebrado incrementaría los costos operativos en hasta un 20%, debido a gastos adicionales de transporte y almacenamiento, poniendo en riesgo la competitividad frente a las importaciones de proteína animal.
Dicha preocupación ya había sido externada anteriormente por la Unión Nacional de Avicultores (UNA), en donde explicaron que al ser un tipo diferente de insumo, su utilización conlleva complejidades logísticas.
Riesgos sanitarios y de calidad
En esta ocasión, los productores aseveraron que este grano, al perder su resistencia natural contra hongos y aflatoxinas durante el proceso de fragmentación, podría afectar la salud y el rendimiento de los animales. Esto resultaría en una disminución en la calidad y cantidad de proteína generada.
El presidente de la AMEG, Héctor Garza, comentó que de ser aprobada en el pleno de la Cámara de Diputados, la reserva llevaría a la quiebra a numerosos medianos y pequeños ganaderos mexicanos, así como a una mayor dependencia del extranjero.
Heriberto Hernández, presidente de la Opormex, subrayó los riesgos asociados, incluyendo el impacto en la salud de los animales y el posible cierre de granjas, y añadió que la propuesta carece de sustento científico.
Los dirigentes también señalaron que Estados Unidos podría no tener la capacidad para suministrar el maíz quebrado para solventar en tiempo y forma la demanda del sector pecuario nacional, que asciende a 22 millones de toneladas.
Fuente: Porcicultura.com