Ciudad de México. – El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que las preocupaciones sobre la economía nacional comienzan a materializarse debido a un importante debilitamiento de la actividad productiva, al mismo tiempo que los montos de Inversión Extranjera Directa (IED) reflejan la incertidumbre que prevalece en el País.
En su análisis de diciembre, el Centro señaló que el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ha debilitado en los últimos dos años.
“El último dato correspondiente al tercer trimestre del 2024 se ubica en 1.6 por ciento anual, que si bien es ligeramente mayor al 1.2 por ciento del periodo previo, es el segundo más bajo desde el último trimestre del 2021 e inferior al crecimiento promedio de los últimos 30 años.
“Un indicador que refleja con mayor precisión esta situación de la economía nacional es el de Inversión Fija Bruta (IFB)”, enfatizó el órganismo perteneciente al Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Agregó que tras un sorpresivo repunte que inició al cierre del 2022, hasta un incremento máximo de 26.6 por ciento anual en agosto del 2023, inició una rápida tendencia a la baja en el IFB, de tal manera que después de 17 meses consecutivos con incrementos de dos dígitos, a partir de mayo del presente año muestra avances muy moderados.
Para agosto, su dato más reciente, la Inversión Fija Bruta, ya reporta una caída anual de 0.9 por ciento, preció el Centro.
Por componentes de la IFB, la inversión privada también mostró un rápido descenso en su ritmo de crecimiento, pues en agosto tuvo una caída anual de 1.2 por ciento, su segunda baja desde febrero del 2021.
“Esto, si bien puede estar relacionado con algunos proyectos del Gobierno, también estaría reflejando el entorno de incertidumbre política interna, además de la preocupación por el ambiente internacional para enfrentar temas como incertidumbre en el comercio exterior, aranceles, migración y la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en los próximos años”, de acuerdo con el análisis.
Por su parte, la IED es otro indicador que igualmente muestra cierto debilitamiento, pues de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), en el tercer trimestre del año la IED total que ingresó al País fue de 3 mil 217 millones de dólares, monto inferior en 42.8 por ciento a la del trimestre previo y 8.7 por ciento por debajo de la reportada en igual periodo del año pasado.
“Las nuevas inversiones fueron de solo 511 millones de dólares, cifra que, además de ser 25 por ciento menor al dato previo y 81.1 por ciento menor a la del año pasado, fue la más baja para el mismo periodo desde 2013. Asimismo, resalta que la reinversión de utilidades fue negativa en 225 millones de dólares, mientras que las cuentas entre compañías ascendieron a 2 mil 931 millones”, expuso el CEESP en el documento.
Bajo este contexto, agregó el Centro, parece que el análisis de las principales calificadoras considera que se elevan los riesgos de la calificación soberana del País.
Recientemente, tanto la calificadora Moody’s como HR Ratings cambiaron su perspectiva de estable a negativa, lo que sin duda puede incidir en la evolución de la IED, que ya muestra cierta incertidumbre.
“En todo este ámbito existe la preocupación de que el País vea afectada su competitividad, ya que en México se tiene prevista una política tributaria más agresiva, una reforma judicial que atenta contra las libertades de emprender, costos laborales cada vez más elevados y un tema regulatorio poco eficiente que afecta las reglas del juego.
“En concreto, lo anterior son medidas que están restando competitividad a la planta productiva del País en un momento crítico para el crecimiento y desarrollo de México”, puntualizó el CEESP.
Agencia Reforma