Noticias del Campo

Lejos de ser perjudicial, parece que la importación de aguacate mexicano ha favorecido a los productores de California

A pesar de las dificultades a las que se enfrenta la agricultura en California —altos costes laborales, restricciones hídricas y competencia exterior—, los productores de aguacate se muestran optimistas, y una de las claves de este optimismo es, precisamente, la importación desde México.

Cuando en 1997 se levantó la prohibición a la entrada de aguacates mexicanos en Estados Unidos, los agricultores californianos temieron una pérdida de mercado. Sin embargo, el suministro constante durante todo el año terminó siendo beneficioso, al consolidar la presencia del fruto en supermercados y restaurantes, lo que impulsó su demanda. Antes de esta apertura, los aguacates eran considerados un producto estacional y minoritario.

Desde el año 2000, el consumo per cápita en Estados Unidos se ha triplicado, superando los 3,6 kilogramos anuales en 2021, según datos federales. Esta tendencia se refleja en la creciente presencia de preparaciones como la tostada de aguacate y el guacamole en todo el país.

En el condado de Ventura, al noroeste de Los Ángeles, algunos agricultores han optado por replantar huertos de aguacate, confiando en que la demanda se mantendrá al alza. Es el caso de George Tompros, quien cambió el sector tecnológico por la agricultura y ha invertido en más de 300 nuevos árboles.

El auge del aguacate también ha sido respaldado por campañas de promoción impulsadas por la Junta del Aguacate Hass, creada en 2000. Esta entidad se financia mediante una tasa de 2,5 centavos por libra de aguacate producido o importado, que se destina a marketing y estudios nutricionales. El director ejecutivo, Emiliano Escobedo, destaca que alrededor del 60% de los hogares estadounidenses ya consumen aguacate, y estima que aún existe margen de crecimiento, especialmente en el noreste del país.

A pesar de las amenazas arancelarias que han afectado a otros productos mexicanos, los aguacates han estado exentos hasta la fecha. Los productores californianos defienden el mantenimiento del flujo comercial, pero abogan por controles sanitarios estrictos para evitar la introducción de plagas.

Ken Melban, presidente de la Comisión del Aguacate de California, señala que la producción estatal representa cerca del 10% del consumo nacional, concentrándose entre abril y septiembre. El resto se cubre con importaciones mexicanas, que permiten satisfacer la demanda durante todo el año.

La rentabilidad del cultivo ha llevado a varios agricultores a sustituir plantaciones de limón —afectadas por la competencia argentina— por aguacates. En paralelo, el vivero Brokaw, con siete décadas de trayectoria, confirma que la demanda de árboles ha crecido notablemente desde el incendio que afectó Somis en 2024. Según su propietario, la producción para este año y el próximo está prácticamente vendida.

Fuente: independentespanol.com

Artículos Relacionados

Back to top button