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109 Aniversario de la Ley Agraria

Hace 109 años Venustiano Carranza emitió la Ley Agraria, cuyo fin era restituir y dotar de tierra a los pueblos y comunidades indígenas del país y con ello dar respuesta a la principal demanda de la Revolución: la restitución y la dotación de tierra a los pueblos y comunidades indígenas del país.

Previo a su publicación, en la que se daba paso a la expropiación de tierras para su repartición, se tuvo un antecedente directo, un documento redactado en 1912 por Luis Cabrera, legislador maderista al que Carranza le encargó redactar esta ley.

Entre las consideraciones que contempla la Ley Agraria destaca un breve resumen del problema agrario desde 1856, y la situación que guardaban los pueblos injustamente despojados de sus tierras.

La exposición anterior dio paso al establecimiento de la capacidad de los núcleos de población que de hecho o por derecho guardaban el estado comunal, para disfrutar en común las tierras, bosques y aguas que les pertenezcan o que se les haya restituido o restituyeren a través de la explotación.

“Devolver a los pueblos los terrenos de que han sido despojados como un acto de elemental justicia y como la única forma efectiva de asegurar la paz y de promover el bienestar y mejoramiento de nuestras clases pobres… Los pueblos que necesitándose, carezcan de ejidos… podrán obtener que se les dote del terreno suficiente para reconstituirlos conforme a las necesidades de su población, expropiándose por cuenta del gobierno nacional el terreno indispensable para ese efecto”, se lee.

Productor, productora, recuerda que con este ordenamiento se restituyeron las tierras y las aguas a los pueblos y a las comunidades de todo el territorio nacional. Con esta Ley, campesinos, ejidatarios y comuneros tuvieron acceso a la tierra y se logró la reivindicación de las luchas agrarias del siglo XIX.

A más de un siglo de su promulgación, una de las grandes lecciones de la Ley Agraria es que la tierra es un elemento que nos une, que nos identifica, que nos da cohesión y que integra a todos los mexicanos.
Hoy recordamos que la Ley Agraria tuvo como objetivo lograr una justa repartición de las tierras mediante el expolio de las haciendas. Sin ella, el campo mexicano no sería lo que hoy es, y lo que queremos que sea mañana.

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