| Los datos del indicador mensual de la actividad industrial “apuntan hacia una tendencia desfavorable” en el comportamiento de la minería de minerales metálicos y no metálicos, según el analista económico Pedro Tello, experto en temas de la industria en México.
“En 10 de los últimos 12 meses la actividad ha registrado retrocesos desde mayo [de 2022], con solo un repunte temporal en enero y febrero”, señaló Tello en entrevista con BNamericas.
En los primeros cuatro meses, la producción minera (sin incluir petróleo y gas) retrocedió 0,1% respecto a igual período del año pasado, aunque los servicios relacionados con la minería avanzaron 4,9%, indicó el Inegi.
Durante 2022, esta actividad permaneció estancada al contraerse 0,6%, principalmente por el debilitamiento de otras industrias como la construcción y el acero.
Tello explicó que el desempeño de la producción de minerales metálicos y no metálicos depende de tres factores: el comportamiento de los precios internacionales, la demanda que existe en México por las actividades de los principales sectores consumidores de estos productos, y la situación regulatoria.
Y aun cuando no hay una tendencia perfectamente definida en ninguno de estos tres factores, el analista señaló que en conjunto su comportamiento explica por qué la producción minera no termina de despegar.
PANORAMA DESALENTADOR
“En materia de precios internacionales prevalece la tendencia a la baja, con algunos productos con repuntes, pero no la mayoría. Es un factor que no ayuda al estímulo de la producción”, advirtió Tello.
Por el lado de la demanda, el consultor recordó que esta actividad aprovisiona fundamentalmente a la industria de metales básicos y acerera, seguida de la edificación, de la generación de electricidad y, en cuarto lugar, de la industria química.
Estos cuatro sectores consumen 82% del total de la producción, y tanto la edificación como la industria química han retrocedido o permanece estancada, respectivamente; mientras que el sector eléctrico y la industria de metales básicos han avanzado modestamente, esta última impulsada por la demanda automotriz, según Tello.
Finalmente, en materia regulatoria dos factores han cambiado el panorama de operación de los productores de minerales, de acuerdo con el analista.
“Por una parte, la eliminación desde 2014 de la deducibilidad de los gastos preoperativos fundamentalmente en actividades de exploración, que ha frenado en alguna medida el desarrollo de inversiones que son cuantiosas y con una larga trayectoria de maduración”, explicó.
“Pero, por otro lado, recientemente [desde 2019] se ha frenado el otorgamiento de concesiones, lo que ha limitado, puesto en pausa, o echado para atrás proyectos de inversión”, agregó Tello.
CRECIMIENTO ECONÓMICO SE RALENTIZARÁ
Si bien Tello remarcó que aún es pronto para hacer una estimación precisa del comportamiento de la actividad minera al cierre de 2023, dijo que en lo que resta del año la actividad económica nacional va a crecer a un ritmo menor.
“Eso significa que la electricidad, la edificación y la industria química harán menos pedidos de materias primas”, explicó.
Agregó que la industria metálica y acerera dependen de la edificación y del sector automotor, pero este último a su vez depende de las exportaciones hacia EE.UU., donde tampoco hay una perspectiva económica del todo favorable en cuanto al ritmo de pedidos.
“Para 2024, los mismos organismos internacionales y analistas encuestados por Banxico estiman un crecimiento menor de la economía. Eso significa que el panorama en el próximo año y medio no luce del todo despejado para los minerales y metálicos”, aseveró el analista económico.
Sobre la reforma minera que entró en vigor en mayo, Tello señaló que mientras no exista una regulación es posible que los inversionistas decidan poner en pausa sus nuevos proyectos en espera de detalles que la ley no haya podido definir, mas no así las inversiones en minas que ya están operando y cuentan con vetas explotables.
Fuente: Bnamericas |
