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Producción de jitomate orgánico bajo cubierta con tecnología INIFAP

EL INIFAP ha generado tecnología sobre la producción de jitomate orgánico bajo cubierta, con el propósito de orientar a técnicos y a agricultores de pequeña escala que tengan su unidad productiva en el trópico o en zona de clima templado y que dispongan de invernadero o malla sombra, que planten en el suelo, y tengan conocimientos básicos de nutrición y fisiología de la planta. Esta tecnología describe cada etapa del proceso, con énfasis en el balance del suelo y en el monitoreo nutrimental, debido a que de estos factores depende la producción y sanidad de la planta. Si ésta es bien aplicada, el beneficio se reflejará en el incremento en la productividad y en la calidad del fruto.

Los Drs. Jorge Miguel Paulino Vázquez Alvarado y Sergio Gavino Ramírez Rojas, investigadores del Campo Experimental Zacatepec perteneciente al Centro de Investigación Regional Pacifico Sur (CIRPAC) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) destacaron que la preparación del suelo es la clave para obtener una producción alta y de buena calidad de jitomate orgánico. “Un suelo desbalanceado provocará problemas de nutrición y desórdenes fisiológicos. Los genotipos, para expresar su potencial, requieren que las condiciones climáticas se encuentren en ciertos rangos. Para proporcionar a la planta estas condiciones, se debe elegir con cuidado el lugar y época de producción, cuando esto se dificulta, se recurre a las estructuras cubiertas, como invernadero o malla sombra, y se aplica manejo agronómico para proporcionar las condiciones favorables”.

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La producción de jitomate orgánico es importante debido a que este fruto es uno de los productos cuya demanda anual está creciendo por su uso cotidiano en la cocina mexicana por su alta calidad nutricional y porque se ha descubierto que el licopeno constituye un carotenoide antioxidante de efectos anticancerígenos que disminuye la metástasis en cáncer de próstata y reducción de las neoplasias en el género masculino.

El investigador destacó que la rentabilidad de la producción orgánica puede ser mayor que la convencional debido a dos vías. La primera es porque el producto se puede vender a mayor precio, pero para lograr esto, se tiene que invertir en el cambio tecnológico, en la certificación y en la búsqueda de clientes que valoren este producto. La segunda vía es mediante la disminución de costos en virtud de que la producción orgánica utiliza muchos insumos que son baratos porque se encuentran fácilmente disponibles, como la composta o el estiércol, o porque su producción la puede realizar el productor, como la multiplicación de microorganismos o extractos y preparados vegetales y minerales. Es oportuno mencionar que la comercialización de los productos a mayor precio y la reducción del costo de los insumos se puede lograr mediante la formación de asociaciones de productores.

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En México, en 2015 se produjeron 36,080.06 toneladas de jitomate orgánico, mientras que en 2018 se cosecharon 44,778.35 toneladas del mismo producto, es decir, en cuatro años hubo un crecimiento de la producción de 24.1%. Es importante destacar que, al principio, el destino de la producción de jitomate orgánico era solamente el mercado nacional; sin embargo, en 2018 se exportaron 1,490 toneladas de este producto. En 2015, de la producción total de jitomate orgánico, 1,530 toneladas se obtuvieron en invernaderos, lo que representó el 4.2%. Para 2018, bajo las mismas condiciones de cultivo, la proporción se incrementó a 17.4%. El aumento posiblemente se debe a que el rendimiento es mayor en invernadero; en 2018, el rendimiento bajo cubierta fue de 327 t ha-1 mientras que a cielo abierto fue sólo de 43.49 t ha-1 (SIACON, 2020).

En el estado de Morelos, entre 2018 y 2022 se cosecharon en promedio 448 hectáreas de jitomate en invernadero, con un rendimiento medio de 459 t ha-1 y un valor de la producción promedio de 807.3 millones de pesos (SIACON, 2023). De dicha superficie, solamente 3.1 hectáreas fueron de jitomate orgánico. La producción orgánica de jitomate bajo cubierta en el estado de Morelos es una ventana de oportunidad muy grande para los agricultores porque pueden vender su producto en la Ciudad de México donde la población prefiere consumir alimentos inocuos y por ello están dispuestos a pagar un mejor precio.

Los Drs. Vázquez y Ramírez destacaron que para tener un cultivo sano y vigoroso y con alta producción, es necesario contar con una plataforma sólida lo cual significa que la infraestructura, el agua y el sistema de riego, instrumentos de medición, y el suelo deben ser adecuados y estar previamente bien preparados.

Para mayor información consultar la Biblioteca Digital del INIFAP en la siguiente liga electrónica: https://vun.inifap.gob.mx/BibliotecaWeb/_Content?/=14431

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