Diagnóstico del virus de la tristeza de los cítricos
Las huertas de cítricos con presencia de razas severas del Citrus Tristeza Virus (CTV) deben mantenerse con un buen manejo nutrimental y sanitario, para poder convivir con esta enfermedad y con la presencia de otros patógenos cuarentenados como el HLB (Huanglongbing) y continuar con la producción de la huerta. Para ello se debe implementar un programa de fertilización que atienda la deficiencia de macro y micro elementos, lo anterior se puede determinar con un análisis foliar y de suelo, que indique la situación nutrimental del árbol. Adicionalmente se deben incluir el control de los vectores de éstas dos importantes enfermedades: áfidos y psílidos, respectivamente. Es importante señalar que, en el establecimiento de huertas de cítricos, es fundamental el uso de plantas libres de patógenos, obtenidas en viveros certificados, y de portainjertos con tolerancia a CTV, que además considere las condiciones edáficas de la región. Ante la sospecha de la presencia de razas severas del CTV, que se expresan con síntomas como son el picado de tallo, aclaramiento de nervaduras en las hojas, muerte de ramas secundarías, pérdida de vigor o muerte, se debe contactar con el Comité Estatal de Sanidad Vegetal, quienes revisarán y tomarán muestras vegetales para su diagnóstico oportuno.
La Dra. Patricia Rivas Valencia, Investigadora Titular del Programa Nacional de Investigación en Sanidad Vegetal, adscrita al Campo Experimental Valle de México, perteneciente al Centro de Investigación Regional Centro (CIRCE) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) externó lo anterior y señaló que en México convivimos con esta enfermedad desde los años 80’s. Sin embargo, en 2017, se detectaron en el estado de Veracruz, razas severas del virus, que ha ocasionado la muerte de al menos 300 mil árboles, en 2020 en Campeche y en 2021 en Yucatán. En este contexto, es importante supervisar y reconocer oportunamente un árbol con la sintomatología antes descrita con la finalidad de prevenir el establecimiento y dispersión de razas severas del CTV. Subrayó que la Tristeza de los cítricos es una enfermedad que se dispersa de manera natural por áfidos (pulgones), y por el ser humano al utilizar material vegetativo enfermo (yemas y patrones). Los áfidos tienen la capacidad de dispersar diferentes variantes de este virus por lo que es importante mantener el control de las poblaciones de éstos insectos. Detalló la investigadora, que se debe de realizar un constante monitoreo y muestreo de árboles para la detección del virus. El muestreo se lleva a cabo a partir de un árbol que presente la sintomatología antes descrita, se colectan dos hojas en cada uno de los puntos cardinales del árbol y en campo se puede determinar la presencia del virus en el árbol mediante un kit comercial (tiras inmunológicas).”
La Dra. Rivas Valencia, indicó que una vez que se tiene un resultado positivo, se debe recurrir a un análisis molecular en laboratorio, para identificar el tipo de raza del CTV. Este análisis puede ser mediante diferentes metodologías como RT-PCR, RT-PCR en tiempo real y, secuenciación, entre otras. Por otro lado, para determinar la dispersión del virus se realiza un muestreo sistematizado, es decir en orden con un esquema que inicia a partir del árbol detectado como positivo en el centro y muestreando todos los árboles alrededor de éste. Si se detectan en esta primera vecindad árboles positivos, se continua con el muestreo hasta colectar 23 árboles alrededor del árbol positivo inicial o foco.
Subrayó que las epidemias de tristeza de los cítricos razas severas compromete la producción de la citricultura nacional por lo que el monitoreo y la prevención debe mantenerse a fin de que se garantice la sanidad de las huertas y con ello la producción de las mismas.
Contacto: rivas.patricia@inifap.gob.mx
