Irracional cambiar nuez por otros cultivos: Nogaleros resisten sequía apostando por innovación
Productores nogaleros apuestan por tecnificar sus cultivos en lugar de reconvertirlos, ya que en Chihuahua existen 75 mil hectáreas en producción destinadas a la nuez y se estima que tres cuartas partes ya cuentan con riego tecnificado que les permite ahorrar 50% de agua. Para Sistema Producto Nuez cambiar de giro sería incosteable porque muchos árboles tienen hasta 50 años produciendo, sin embargo, buscan frenar nuevas siembras. Actualmente existen 31 mil hectáreas que están en desarrollo y a causa de la sequía corren el riesgo de no sobrevivir.
En medio de una crisis hídrica sin precedentes que amenaza al campo chihuahuense, los productores de nuez han decidido no dar marcha atrás. En vez de abandonar un cultivo al que han dedicado décadas, eligen dar un salto tecnológico: modernizar sus sistemas de riego para hacer un uso más eficiente del agua y garantizar la supervivencia de sus huertos. Así lo explicó en entrevista Alejandro Licón, presidente del Sistema Producto Nuez en el estado de Chihuahua.
En el corazón agrícola del estado de Chihuahua, donde las presas La Boquilla y Las Vírgenes dictan el ritmo de los ciclos productivos, los nogales han sido durante décadas símbolo de inversión, paciencia y esperanza. Hoy, la sequía amenaza con convertir ese símbolo en un recuerdo.
Alejandro Licón, presidente del Sistema Producto Nuez, recuerda que esta no es la primera vez que el agua escasea: “Ya nos había pasado en el 94-95. Fue una crisis hídrica tremenda y coincidió con la entrada del Tratado de Libre Comercio. En ese entonces desaparecieron los granos y se reconvirtieron cultivos. Así comenzó el auge del nogal.”
La escasez de agua, los nuevos acuerdos binacionales o trinacionales entre Canadá, México y Estados Unidos generaron una reconversión de cultivos. Licón enfatiza: “Decir con la mano en la cintura: ‘Oye, pues voy a quitar los árboles y voy a reconvertir a forrajes’, por ejemplo… Pues no es tan fácil.”
Sin embargo, asegura, el contexto de hoy es diferente. Reconvertir ya no es opción: “Estamos hablando de árboles que llevan 10, 20, hasta 50 años produciendo. No puedes quitar todo eso de la noche a la mañana para sembrar forrajes. Es incosteable y emocionalmente imposible para muchos productores”.
La tecnificación, una alternativa obligada
El modelo que los nogaleros han adoptado es claro: invertir en sistemas de riego tecnificados que permiten ahorrar hasta un 50% de agua: “El que no se tecnifique, va a desaparecer”, afirma Licón, tajante. “Estamos trabajando con investigadores, con gente que tiene doctorados, para identificar cuáles son los mejores sistemas. No estamos cruzados de brazos.”
“Desgraciadamente, el que no se vaya a tecnificar, va a desaparecer. Hay muchas investigaciones donde hemos corroborado y estamos por sacar, al menos, documentales o libretos de cómo ahorrar agua, en cuando menos unos cuatro a cinco sistemas de riego tecnificados que nos pueden ayudar mucho a ahorrar agua”, señaló.
“Hoy existen 75 mil 500 hectáreas en producción de nogal en el estado”, indicó Licón. De ellas, aproximadamente el 70 al 71% ya cuenta con riego tecnificado, especialmente mediante sistemas como el goteo, la microaspersión y el denominado método Valdés. Estas tecnologías permiten reducir considerablemente el uso del recurso más valioso en el campo: el agua.
“La diferencia es significativa”, detalló el líder nogalero. Mientras que el riego tradicional —conocido como rodado— requiere entre 1.20 y 1.40 metros cúbicos de agua por metro cuadrado, los sistemas tecnificados aplican láminas de entre 55 y 85 centímetros, dependiendo del tipo. En el caso del goteo, el ahorro puede superar incluso el 50%
Explica que la dotación de agua que se suministra en los distritos de riego, como ejemplo el Distrito de Riego 05, para el cultivo del nogal es el equivalente a un metro cúbico por metro cuadrado. Es decir, una columna de un metro de agua por cada metro cuadrado de tierra.
Son láminas de agua que se van midiendo en profundidad: 10, 15, 20, 30, 40 centímetros, etc. Entonces, por cada metro cuadrado, la dotación de agua para el nogal es de 1 metro cúbico. Y se va distribuyendo: en siete riegos, ocho, nueve… si fueran diez riegos, pues serían diez de 10 centímetros. Te da el metro.
Esta eficiencia es clave en un contexto donde, según Licón, la dotación de agua para el nogal en los distritos de riego es de un metro cúbico por metro cuadrado durante el ciclo agrícola: “Con ese metro de agua y las lluvias —que nunca están de más— el nogal puede completar su ciclo agrícola sin problema”, afirmó.
Resistencia y lucha árbol por árbol
A pesar de estos esfuerzos, la situación en algunas regiones es crítica. En municipios como Jiménez, Allende, López, Coronado, Parral y Valle de Zaragoza, Licón relata: “Yo he visto gente que anda con un remolque, un tractor, y al menos tres tinacos de 1,000 litros, y andan regando arbolito por arbolito con tal de salvar. Crítico sí está.”
La falta de lluvias en los últimos años ha agravado la situación. Aunque en 2022 se registraron precipitaciones que aliviaron temporalmente la sequía, en 2023 y 2024 las lluvias fueron escasas. Esto ha afectado la recarga de los mantos acuíferos y ha reducido la disponibilidad de agua para riego.
Subrayó que si se recorre la zona centro-sur y empiezan a barrer desde Camargo hasta Cárdenas, se van a asombrar de la cantidad de tierras secas: “Haz de cuenta: llenas de hierba del año pasado”.
El presidente del Sistema Producto Nuez, aseveró que el nogal agarró auge a partir de 2005, 2010, 2015. “Y ahorita estamos viviendo la crisis hídrica en todo el estado, pero no nada más los nogales, sino todos los cultivos en general demandan agua”.
Asimismo indicó: “Ahora, si vemos el tema del nogal, donde tienes que estar invirtiéndole entre ocho hasta doce años para que empiecen a producir, te vas con un riego tecnificado, con unos microaspersores en lo que empieza a crecer el árbol. Empieza la demanda de agua. Sigues creciendo tu sistema presurizado, haciéndolo más óptimo, etcétera, pero vamos a poner: el agua ya no alcanza. No alcanza, una, porque no ha llovido; y dos, porque ha habido, aparte del nogal, muchos cultivos que también demandan agua. Entonces, esos cultivos que demandan tanta agua, pues puedes sembrar un año sí y dos no, si no hay agua. En cambio el nogal, es un árbol perenne que siempre va a demandar agua”.
Al responder la pregunta de qué tan viable es la reconversión de cultivos, el entrevistado respondió: “Que si están volteando a ver reconversión de cultivos… Pues es cambiar el chip por completo. Pero como seres humanos somos tercos y tenemos mucho apego. Al menos los agricultores tenemos mucho apego al trabajo que se le ha invertido por muchos años. Decir con la mano en la cintura: Oye, pues voy a quitar los árboles y voy a reconvertir a forrajes, por ejemplo… Pues no es tan fácil”
La tecnificación de riego: vida o muerte para el nogal
La tecnificación no solo es una necesidad para los nogaleros, sino también para otros cultivos en la región. Al respecto el entrevistado destacó: “La tecnificación, no la reconversión, pues no nada más aplica para los nogaleros, sino para todos los cultivos en general.”
A pesar de que el nogal es hoy el cultivo más tecnificado del estado, aún existen regiones rezagadas. El Distrito de Riego 05, que abarca municipios como Delicias y depende de presas como La Boquilla y Las Vírgenes, es la zona menos tecnificada. Paradójicamente, es también la que históricamente ha contado con mayor disponibilidad de agua.
Frente al argumento de que el nogal consume demasiada agua, Licón asegura que hay cultivos que requieren mucho más: “La alfalfa, por ejemplo, con riego rodado, dobla el consumo. El maíz también, sobre todo si se siembran dos veces por ciclo. Y si te vas con el algodón, los chiles, las cebollas… también consumen bastante agua”, explicó.
Y es que el nogal, como cultivo perenne, no puede esperar a un buen año de lluvias para volver a sembrarse: “Los cultivos anuales pueden rotar. El nogal no. Demanda agua cada temporada. Por eso la tecnificación no es un lujo: es cuestión de vida o muerte para el sector.”
Aún existen 31 mil hectáreas de nogal en desarrollo
A pesar de estos desafíos, los productores nogaleros de Chihuahua continúan apostando por la tecnificación y la innovación para enfrentar la sequía y asegurar la viabilidad de sus cultivos a largo plazo
Reconocer el valor de un nogal no es solo una cuestión agrícola, sino también económica. Muchos de estos árboles llevan más de 50 años en producción, y reconvertir esas tierras a otros cultivos implicaría una pérdida enorme para los productores. De ahí que el sistema apueste por frenar nuevas siembras —sobre todo ante el riesgo que enfrentan las 31 mil hectáreas actualmente en desarrollo—, pero sin sacrificar lo ya establecido.
“Cambiar de giro sería incosteable”, afirmó Licón. Además, el cultivo del nogal representa el 12% de toda la superficie de riego del estado, que asciende a unas 900 mil hectáreas, de acuerdo con estimaciones del mismo organismo.
La apuesta de los nogaleros, por tanto, no solo es una defensa de lo sembrado, sino una visión hacia el futuro: mantenerse productivos y sostenibles en un entorno donde cada gota cuenta. La tecnificación del riego se presenta no solo como una solución temporal, sino como una estrategia permanente para asegurar la viabilidad de uno de los cultivos más emblemáticos y rentables de Chihuahua.
“Porque cambiar de cultivo no es opción. Porque el nogal no es sólo un negocio, es un legado. Y en este estado, donde el agua ya no es segura, lo único que nos queda es hacer más con menos”, concluyó.
