Lanzan el Conafab y el Grupo Consultor de Mercados las perspectivas para el sector pecuario en 2022
Genaro Bernal, director general del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab), estimó que en 2022 las importaciones de maíz por parte de la industria del alimento balanceado incrementarán, y los costos de estas compras mantendrán los niveles altos observados en 2021.
Resaltó que este escenario será propiciado por factores como la demanda al alza, los inventarios limitados, la logística y el comportamiento del mercado en China.
Cifras presentadas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) reflejaron que si bien México es alimentariamente autosuficiente en un 95%, el rubro de los granos forrajeros se mantiene deficitario, lo que en este año representará un reto para la industria del alimento balanceado.
Juan Carlos Anaya, director general del organismo, explicó que las cosechas nacionales solamente alcanzan para cubrir la demanda en 54.2% de las necesidades para nuestro país, por lo que el resto debe ser solventado a través de las importaciones, esto pese a que México es el segundo productor de pienso en Latinoamérica.
MÉXICO CON ALTA DEPENDENCIA DE SORGO, AVENA, PASTA DE SOYA Y MAÍZ
En reunión con representantes del Conafab, explicó que México tiene una alta dependencia de sorgo, avena, pasta de soya y principalmente de maíz amarillo, del cual hasta octubre de 2021 se compraron 14.6 millones de toneladas, un alza anual de 7.2%.
En el caso específico de este grano, las cifras del GCMA indicaron que durante los primeros 10 meses del año pasado la producción cayó 4.6% en comparación con el mismo periodo de 2020, quedando en 15 mt.; esto resultó en que el indicador de autosuficiencia bajara hasta 61.8%.
EL SECTOR PECUARIO, CON UN PRONÓSTICO POSITIVO PERO CON GRANDES RETOS
Aún frente a los precios altos vaticinados para las materias primas, Juan Carlos Anaya proyectó un año positivo para la producción cárnica mexicana, con buenos desempeños en cerdo, res y pollo, aunque con sus respectivos retos.
Para los productos porcinos, se prevén desafíos para lograr la rentabilidad ante el creciente valor de los insumos, y mantener la sanidad con la tecnificación y certificación adecuadas en las granjas, esto para aumentar la demanda nacional.
En la carne bovina, el GCMA destacó la importancia de dar continuidad a la balanza superavitaria que aún se tiene en el comercio internacional, y propiciar la adopción de prácticas sostenibles para tener un equilibrio con el medio ambiente.
Finalmente en la carne de pollo se hizo énfasis en la necesidad de incrementar la disponibilidad en el mercado doméstico y cuidar los temas de sanidad en las unidades de producción con miras a la exportación.
