En un acto significativo para la reforestación y el cuidado del medio ambiente, la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) ha recibido una importante donación de árboles y plantas de la Fundación Grupo México. Esta iniciativa tiene como objetivo promover la conciencia ecológica entre los estudiantes y la comunidad universitaria.
El evento de entrega se llevó a cabo en el emblemático jardín de Epicuro de la facultad, donde se reunieron autoridades académicas y representantes de la fundación. Javier Contreras, director de la FFyL, expresó su gratitud por la colaboración y destacó el impacto positivo de esta donación. “La llegada de estos árboles no solo representa un acto de reforestación, sino un compromiso compartido con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente”, señaló Contreras.
La colaboración con la Fundación Grupo México refuerza la misión de la UACH de integrar prácticas sostenibles en sus actividades diarias. “Para la Fundación Grupo México, es un honor contribuir a la creación de espacios más verdes en una institución dedicada al humanismo como Filosofía y Letras”, afirmó el ingeniero Lázaro Nochebuena, quien representó a la fundación en la ceremonia. Nochebuena también destacó la importancia de que la facultad, a través de su enfoque educativo, promueva una mayor conciencia ambiental en la comunidad.
El Lic. Mariano Torres, Jefe de Mantenimiento de la UACH, también fue reconocido por su papel fundamental en la implementación de este proyecto, asegurando que las nuevas plantas reciban el cuidado adecuado para prosperar.
La iniciativa incluye la plantación de diversos tipos de árboles en los jardines de la facultad, creando un entorno más verde y propicio para el aprendizaje y la reflexión. Este acto simboliza un compromiso a largo plazo con la preservación del medio ambiente y el fomento de una cultura de sostenibilidad entre los estudiantes.
La donación de la Fundación Grupo México a la FFyL de la UACH es un ejemplo inspirador de cómo las alianzas entre el sector privado y las instituciones académicas pueden generar cambios positivos y duraderos. Este tipo de colaboraciones no solo mejoran el entorno físico de las universidades, sino que también enriquecen la formación de los estudiantes, preparando a futuras generaciones para enfrentar los desafíos ambientales con conocimiento y responsabilidad.
