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En la venta de vinos y licores se debe fiscalizar a “primera mano”: industria de bebidas alcohólicas

“Nosotros recibimos facturas de 930 productores e importadores y sería mucho más fácil fiscalizar a éstos 930 que a los miles de comercios que distribuyen bebidas alcohólicas en el país (…) así todo el comercio tendría el mismo cargo y el mismo costo, todos pagarían”, reveló Iñaki Landáburu de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores A.C.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) debería fiscalizar a “primera mano” la cadena de suministro y proveeduría de la industria de bebidas alcohólicas porque así pagarían todos los proveedores e importadores que el sector utiliza para la compra de materias primas.

“Nosotros recibimos facturas de 930 productores e importadores y sería mucho más fácil fiscalizar a éstos 930 que a los miles de comercios que distribuyen bebidas alcohólicas en el país (…) así todo el comercio tendría el mismo cargo y el mismo costo, todos pagarían”, reveló Iñaki Landáburu de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores A.C.

De acuerdo con datos proporcionados por el SAT de los 930 proveedores, sólo 300 son los que pagan impuestos, según lo dicho por Landáburu.

“La evasión fiscal se da en la comercialización. Tenemos que hacerlo mucho más sencillo (el pago de impuestos), de tal manera que el SAT pudiera fiscalizar a todas éstas personas que venden vinos y licores; y llegaríamos a lo que la jefa del SAT ha tratado de proponer que es la simplificación fiscal”, acotó en rueda de prensa.

En la misma conferencia de prensa, José de Lucas, de la Asociación de Importadores y Representantes de Alimentos y Bebidas (AIRABAC), explicó que la actual forma en cómo se grava al sector de bebidas alcohólicas es contraproducente para el gobierno.

“Una bebida alcohólica destilada paga un 53% del IEPS, un 16% de Impuesto al Valor Agregado y 4.5% de impuesto local, en algunos estados de la República, entonces, vale más el impuesto que la bebida en sí misma y por eso hay mucha gente que se ha dedicado durante mucho años a quedarse con el impuesto y no entregarlo al gobierno”, comentó de Lucas.

Facturación falsa, otro problema
Una forma común para evadir el pago de impuestos es mediante la adquisición de whiskies, vodkas y rones con facturas falsas que mienten en su contenido ya que re-facturan el producto y las ingresan al país, según explica de Lucas, en las aduanas del norte o sureste.

“Declaran irrealidades como cajas de alcohol de 12 botellas en 2 o 3 dólares, a precios irrisorios. Al final del día esto entra al mercado y pasan por comercializadores, mayoristas o minoristas. Finalmente llega al público consumidor a un precio parecido al del empresario que sí pagó sus impuestos”, acotó.

De Lucas está, suscribe la fiscalización a “primera mano” porque el impuesto lo pagará el productor o importador de la bebida cuando realice su primera venta. “Tenemos que hacer esa cuota de litro del alcohol puro a primera mano y eso hará más fácil al SAT recaudar el impuesto”.

Tasa fija de 140 pesos
De acuerdo con Luis Foncerrada, economista y ex titular del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, comentó que en el 2019 en México se ingirieron 543 millones de litros de alcohol y la recaudación del IEPS en bebidas alcohólicas rondó los 57,300 millones de pesos.

En este sentido, por cada litro de alcohol se recaudó 105 pesos (en promedio). La propuesta que está proponiendo Moderniza IEPS es una cuota fija para todas las bebidas y que se inicie con la tasa de 140 pesos por litro.

“No hay manera de que se recaude menos, si se multiplica los 140 pesos por los 543 millones de litros, la recaudación sube hasta 76,000 millones de pesos. Prácticamente 20,000 millones de pesos extras”, acotó Foncerrada.

Fuente: El Economista

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