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Biomateriales, una revolución ambiental de 300 mil mdd

En los próximos 20 años se dará una “biorevolución» en la aplicación de avances de la biología para crear materiales que sustituyan o complementen a químicos, plásticos y energéticos.

Una investigación de McKinsey Global Institute señaló que durante los próximos diez a 20 años los avances en el uso de la biología en la producción de materiales, productos químicos y energía crecerá en su valor de mercado global a entre 200 mil y 300 mil millones de dólares.

El reporte explica que hasta 60 por ciento de los insumos físicos para la economía mundial en la actualidad son biológicos (madera o animales criados para la alimentación) o no biológicos (cemento o plásticos) pero, en principio, podrían producirse o sustituirse por medios biológicos.

De acuerdo con el reporte La tercera ola de biomateriales, realizado por Tom Brenan, Michael Chui, Wen Chyan y Axel Spamann, históricamente la adopción de materiales de base biológica resultaba de una ventaja técnica o de costos, ambas difíciles de obtener frente a las grandes escalas de la tecnología industrial

Pero hoy, la ecuación está cambiando por la acelerada adopción de compromisos corporativos de sostenibilidad y la capacidad de los biomateriales para ayudar a las empresas a cumplir sus objetivos.

La biorevolución tiene rápidos avances cada año en secuenciación de ADN, edición de genes, inteligencia artificial y otras tecnologías. “hoy se desarrollan materiales como nailon hecho con microbios genéticamente modificados, o piel alternativa a base de raíces de hongos, o cemento creado con bacterias”.

Trastornos de la demanda

A medida que la innovación, algunas veces a través de nuevas startups, satisface la demanda, se desarrolla una revolución biológica en productos químicos y materiales, con un impacto potencial enorme.

La consultora señala que la sostenibilidad está cambiando la competencia en productos químicos y materiales, además de que crea trastornos del lado de la demanda.

Las empresas están asumiendo compromisos de sostenibilidad. Hasta 50 por ciento están comprometidas en reducción de emisiones de efecto invernadero (GEI), y la gran mayoría busca reducir su huella de carbón o ser cero emisiones hacia 2030 o 2050. pero hay algunos compromisos que tiene que ver con el cambio de materias químicas y el uso de materiales, como son las reducciones totales de materiales de embalaje, uso de insumos con componentes biológicos para ser reciclables o renovables al final de su vida útil.

También existe un aumento de activos administrados por fondos condicionados a variables ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), en la que los inversionistas aumentan la presión sobre las corporaciones para reducir su riesgo de transición hacia la descarbonización, parte de este proceso transita por el uso de biomateriales orgánicos, degradables .

Por ejemplo, desde 2019, 50 por ciento de los ingresos del mercado de los 20 principales fabricantes automotrices de equipos originales (OEM) se vinculan a la reducción de uso de productos químicos como elastómeros, fibras, termoplásticos y espumas, que representan alrededor de 110 mil millones de dólares en ingresos para el sector químico.

Una tendencia similar ocupa a otras grandes industrias como la de la moda, los electrónicos, la de empaques y la de transporte de bienes de consumo.

Por lo tanto, los montos de presupuestos que antes iban a la industria tradicional química o de plásticos, hoy están bajo la revisión y escrutinio de los corporativos y se estima que hasta 500 mil millones de dólares podrían cambiarse a nuevas biotecnologías.

Consumo y rentabilidad

No es gratuito, pues también tienen un componente de rentabilidad, ya que el costo de estos cambios se trasladará al costo del producto, pero el mercado también está dispuesto a pagarlo.

El estudio de McKinsey señala que los consumidores ven la sustentabilidad como algo gradualmente importante, y la gran mayoría de los consumidores dicen que están dispuestos a pagar más por empaques sustentables.

En China, uno de los mayores mercados globales, 86 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar ‘mucho’ o ‘un poco’ más por envases sostenibles, en Estados Unidos, 68 por ciento de la población también comparte esta idea, lo mismo que 66 por ciento de los consumidores en Brasil.

Paralelamente existe una amplia variedad de marcas que usan el término biomaterial, que en sí mismo puede resultar confuso, pues a veces se refiere a materiales de origen biológico y otras a productos biodegradables, derivados de fósiles.

Muchos de estos materiales están surgiendo de las instalaciones de un cúmulo de startupsque ven en este nicho una oportunidad y una salida a sus innovaciones.

Sin embargo, esto también está sirviendo a la industria química y de materiales industriales para absorber a algunas de estas nuevas empresas o bien adoptar sus productos o tecnologías. Con ello la industria está aprendiendo que hacia el futuro deben reinventar su modelos de negocio, con mayor transparencia hacia los consumidores y con nuevas fórmulas de mercado.

«Una mayor coherencia y alineación en la industria de productos químicos y biomateriales en torno al etiquetado puede ayudar a desviar la conversación de las definiciones hacia los méritos y las métricas que permiten que los biomateriales compitan en un campo de juego más claro», señala la consultora.

Los biomateriales desempeñarán un papel importante en la entrega de un status quo más sostenible para la producción de productos químicos, así como en la introducción del próximo horizonte de rendimiento para llevarnos al futuro.

Fuente: Milenio Diario

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