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Concretan diputados control militar de Guardia Nacional

Con el voto en contra de la Oposición y en medio de felicitaciones y “mañanitas” a la Presidenta Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados concretaron la transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena y le dieron facultades para realizar operaciones encubiertas y de usuarios simulados.

A seis años de la creación de la Guardia Nacional como una institución civil en materia de seguridad, la mayoría avaló con 351 votos a favor y 124 en contra, la propuesta del Ejecutivo federal que establece las bases para su operación, ahora bajo el mando de la institución militar.

El proyecto que expide la Ley de la Guardia Nacional y modifica ocho ordenamientos, siete de ellos militares, establece que la institución estará integrada por personal militar con formación policial, su titular, quien ostentará la jerarquía de General de División, será nombrado por el Ejecutivo, a propuesta del Secretario de la Defensa y los grados de sus integrantes serán homólogos a los del Ejército.
Agrega que el personal de dicha corporación se sujetará a la jurisdicción penal militar y al fuero de guerra y estarán facultados para para llevar a cabo operaciones encubiertas y de usuarios simulados, intervenciones telefónicas y para solicitar información de usuarios de telefonía móvil, incluida la georreferenciación en tiempo real.
El proyecto, que fue turnado al Senado, señala que los elementos de la Guardia Nacional podrán acceder a “licencias especiales” para separarse temporalmente de la corporación y poder contender por cargos de elección popular o desempeñar actividades en dependencias de los tres niveles de Gobierno, organismos descentralizados o en empresas de participación estatal.

El debate se extendió durante 10 horas, se llevó a cabo ante dos mantas: una colocada por la bancada del PAN, con la leyenda “#LeyEspía”, y otra del PT, con la leyenda “Feliz cumpleaños, Presidenta”.
Pese a los intentos de la Oposición por modificar el dictamen, la mayoría aprobó tres reservas de forma presentadas por Morena, el PT y el Partido Verde, ésta última para facultar a la Guardia Nacional para proteger los recursos naturales y para investigar y combatir delitos ambientales, como la tala ilegal y el tráfico de especies.

Al presentar una moción suspensiva para solicitar la suspensión de la discusión -la cual fue rechazada-, la emecista Laura Ballesteros recordó la lucha que como Oposición dio Morena para impedir que las armas suplantaran el poder de las leyes y las instituciones, por lo que lamentó que ahora se les olvide.
La legisladora advirtió que las modificaciones no sólo truncan el camino para sacar a las Fuerzas Armadas de labores de seguridad pública, sino que abre la puerta para que militares de la Guardia Nacional se postulen a cargos de elección popular y puedan desempeñar cargos en los tres niveles de Gobierno.
“Con esta reforma, la Guardia Nacional deja de ser la fuerza civil que el Constituyente aprobó en el 2019 y se convierte, con sus mismos votos de Morena, de manera definitiva, en una institución plenamente militar bajo el mando directo de la Secretaría de la Defensa Nacional”, expresó.
La panista Paulina Rubio acusó a la mayoría de mentirle a la ciudadanía, porque, aunque la reforma establece que los integrantes de la Guardia Nacional tendrán formación policial, no dejan de ser militares.
Advirtió que las modificaciones contienen elementos “muy peligrosos”, porque faculta a la corporación para realizar operativos encubiertos, declarados inconstitucionales por la Corte, y para que pueda intervenir comunicaciones privadas.
El morenista Gerardo Ulloa afirmó que la reforma es necesaria para la seguridad pública del país, porque busca consolidar a la Guardia nacional como una institución que trascenderá al actual Gobierno.
“Con esta reforma, la Cuarta Transformación crea un cuerpo policial, una fuerza que no depende de vaivenes sexenales, sino que trascienda Gobiernos”, dijo.
El legislador rechazó que se militarice a la corporación, ya que estará bajo la conducción del Ejecutivo federal y ejecutará la estrategia que diseñará la Secretaría de Seguridad.
“Lo que esta reforma hace es reconocer a la Guardia Nacional en el marco legal como integrante de la Secretaría de la Defensa Nacional y coordinarse con el Centro Nacional de Inteligencia y el Centro Nacional de Información para generar, compartir y obtener información para el cumplimiento de la estrategia de seguridad nacional”, indicó.
Se enfrentan por fantasma de Calderón
En la recta final de la discusión de las leyes secundarias de la Guardia Nacional, diputados del PT, del PAN y del PRI se enfrentaron luego de que el coordinador petista, Reginaldo Sandoval, se refirió a la panista Margarita Zavala como “la esposa de Calderón”.

Los ánimos se encendieron luego de que la panista subió a tribuna y al final de su intervención aseguró que los Gobiernos del PAN sí habían combatido el narcotráfico en respuesta a un cuestionamiento desde el pleno.
En su intervención, Sandoval calificó la afirmación de Zavala como un acto de cinismo y se refirió a ella como la “esposa de Felipe Calderón”.
“Hemos escuchado tanta cosa, con tanta ignorancia, con tanta ocurrencia, con tanta sin razón, con tanto cinismo. Margarita, la esposa de Felipe Calderón”, lanzó Sandoval.
Desde sus curules panistas se encendieron y en respuesta reviraron “¡Violentador, violentador, violentador!”, a los gritos se sumaron los priistas coreando “¡Narcogobierno! ¡Narcogobierno!”.
Sandoval solicitó la intervención de la presidencia de la Mesa Directiva para calmar a los “porros” priistas, pero en lugar de eso le dio la palabra a la emecista Patricia Mercado, quien le exigió a Sandoval disculparse con Zavala.
La discusión en torno a la panista derivó en empujones, luego de que el morenista Roberto Hernández solicitó que retiraran una manta que habían colocado los priistas frente a la tribuna, con la leyenda “Cartel de Morena” y las imágenes de Andrés Manuel López Beltrán, Gonzalo López Beltrán y Arturo Ávila.
Pero lejos de retirarla, los priistas la llevaron frente a las curules del PT para intentar sobreponerla a la lona de felicitación de la Presidenta Claudia Sheinbaum, lo que desencadenó en empujones entre el priista Eduardo Gutiérrez y Sandoval.
Para defender a su coordinador, la petista Ana Karina Rojo le jaló el brazo y su correligionario, Jesús García, se interpuso entre Mancilla y Sandoval para separarlos.
A gritos, Sergio Gutiérrez Luna llamó al orden y finalmente los priistas regresaron a sus curules, pero el intercambio de palabras continuó.
El coordinador del PAN, Elías Lixa, tomó la palabra para defender a su correligionaria y arremeter contra los petistas, a quienes acusó de bravucones y de rogones por apoyo para que Morena los tome en cuenta.
Rojo, de nuevo, acusó a Mancilla de haberla empujado, pero el legislador la retó a comprobar sus dichos apostando su renuncia.
“Ahí están las cámaras, y si es verdad, yo renuncio a mi curul, pero si es mentira usted renuncia a su curul”, la retó.
Al subir a tribuna, el panista Federico Döring, sin mencionar a Sandoval, pero señalándolo, dijo que sólo un “malnacido” y “poco hombre” prejuzga a una mujer en función de su marido.
“Nosotros nunca hemos prejuzgado a una diputada en función de su marido, cosa que ustedes (señala al PT) no pueden decir en su roñosa existencia”, dijo.
Döring finalizó su intervención pidiéndole a Sandoval que “le alcance la dignidad” para pedirle una disculpa a Margarita Zavala, incluso por solidaridad con la diputada petista, Karina Barreras, esposa de Sergio Gutiérrez Luna, quien concluyó el encontronazo anunciando que no daría la palabra a más legisladores.
Agencia Reform

 

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