Viñedos de Salaices: Experimento agrícola que apuesta por la reconversión de cultivos
En la comunidad de Salaices, a 40 kilómetros de Parral, existe un espacio donde se trabaja el cultivo de la vid y se estudia el comportamiento de más de 20 especies que pretenden ser introducidas en la región para beneficio de productores que han apostado a la generación de vinos y visto en ello una alternativa de cosecha que consume 30 por ciento menos agua que el nogal y que incluso puede ser más redituable. La investigadora del Cirena, Isaela Villalpando dijo que este proyecto inició hace diez años para aprovechar los recursos disponibles, así como el clima seco y las horas-frío que ofrece la zona.
Desde el 2013, en el Centro de Investigación para los Recursos Naturales que se ubica en López, dio inicio por la investigadora Isaela Villalpando con el cultivo de la vid como una alternativa de cosecha para los productores de la zona sur de Chihuahua, por lo cual ya con casi 10 años de experimento el lugar se ha convertido en un punto de análisis en producir el vino no para venta en masa, pero sí para los resultados de cuáles tipos se convierten en la mejor opción.
La doctora y también directora del Centro mediante un recorrido por el lugar, narró que algunos de los tipos de vid con las que se ha experimentado son cabernet sauvignon, cabernet franc, petit verdot, shiraz petite syrah, tempranillo y malbec, todas de zona caliente y algunas para brandy o para jerez.
Dijo que en el lugar se cosecha a mano en caja pequeña, se lleva a bodega, se despalilla, se quita toda la fruta y cuando es tinta se “estruja” un poco para no dañarla y se pone a fermentar con levaduras. Después pasa por un prensado, se le quita la cáscara y nuevamente se le da una fermentada para pasar a embotellar, proceso de elaboración que normalmente dura seis meses.
La investigadora dijo que lo que se hace en Salaices es experimental, no está pensado en vender en masa. Manifestó que se enfocan en “probar” para dar la mejor recomendación a los productores, por lo cual ahora el riego por goteo es una buena opción ya que no se necesita mucha agua.
“La nutrición no debe ser en exceso porque inclusive puede no tener uva, tiene que tener su riego restringido. Más o menos la vid para que produzca necesita 800 mililitros, mientras que el nogal cerca de mil 200 por lo que equivale a un 30 por ciento menos”, señaló la doctora, quien también es la encargada del lugar.
Manifestó que es un buen cultivo, pero es un poco costoso establecer y necesita un buen sistema de espalderas, que lleva soportes y anclas. Al ser un cultivo de larga duración, si se cuida bien puede llegar hasta 50 o 100 años y no necesita replantarse. Expuso que hay plantas nativas de la región, pero las comerciales son traídas de Europa y son las variedades que la gente busca, aunque las nativas americanas son las más resistentes a los fríos.
Resaltó que ha trabajado en dos áreas: el manejo del viñedo y la vinificación con levaduras nativas que están en la piel del fruto. En lo que respecta a la producción de uva, manifestó que la sequía pudo afectar, pero la vid se beneficia del clima seco, ya que la humedad puede causar hongos.