Asedia fuego provocado a bosques de CDMX

Cd. de México.-Los incendios forestales registrados cada año constituyen un asedio incesante que busca reducir el suelo con funciones ambientales, expusieron expertos en Geografía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Politécnica de Madrid.
De 2015 a 2020, en las 9 alcaldías con suelo verde se registraron 9 mil 876 conflagraciones, de las cuales, el 61 por ciento se produjo en los bosques más grandes de la Ciudad, ubicados en Milpa Alta y Tlalpan.
“Estos incendios están ejerciendo presión y amenazan la estabilidad ecosistémica del suelo de conservación de la Ciudad de México, produciendo un deterioro continuado de este espacio producto del acoso sistematizado”, subrayaron.
La mayor cantidad ocurre de febrero a abril y, a partir de mayo, los eventos disminuyen, conforme inician las lluvias, lo que fue identificado por los investigadores como un fenómeno sistemático que busca causar daño al espacio ambiental.
El 42 por ciento de los siniestros tiene por causa el vandalismo y, de acuerdo con los expertos María Hernández, Nadxely Andrews y Luis Vilches, hay una explicación relacionada con las invasiones.
“La población que se aloja en estas ocupaciones es la posible causante de los incendios producidos en la zona de los asentamientos irregulares presentes en las alcaldías de Tláhuac, Gustavo A. Madero, Xochimilco, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Cuajimalpa de Morelos y Tlalpan”, anotaron.
Las quemas ocasionadas para destinar el espacio al pastoreo son, después del vandalismo, la segunda causa más frecuente del fuego y sobresale su ocurrencia en el Área Natural Protegida de San Miguel Topilejo, en Tlalpan.
Y COMPROMETE INFILTRACIÓN
Entre los impactos que provocan los incendios forestales reincidentes en el suelo de conservación de la Ciudad sobresale el efecto de hidrofobicidad, el cual implica que el subsuelo se hace resistente la infiltración de la lluvia, plantearon expertos.
“Este tipo de eventos hacen más impermeable al suelo y, como consecuencia, resulta más difícil que el agua sea absorbida, por lo que las bacterias y hongos, organismos indispensables para los procesos vitales del suelo, también resultan afectados”, explicaron al analizar el acoso de los incendios.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), mientras el suelo de conservación se extiende por 87 mil 294 hectáreas, entre 2015 y 2024, los incendios han dañado 24 mil 638 hectáreas, lo que equivale al 28 por ciento de la franja ambiental de la Ciudad.
Ante ello, los expertos consideraron que los siniestros han dejado huella.
“Esta situación ocasiona que el suelo afectado no tenga el tiempo necesario para recuperarse, ya que se necesita un intervalo de entre 1 a 5 años para que un suelo vuelva a ser fértil”, precisaron.
En el estudio publicado este año, los especialistas indicaron que a lo largo de los años, los siniestros se replican en espacios coincidentes.
“En el caso de Milpa Alta, la distribución espacial nos permitió identificar concentraciones localizadas en las partes sureste y suroeste de la Alcaldía, adentrándose en áreas naturales protegidas, como lo son los espacios de Tepozteco y San Miguel Topilejo”, refirieron.
Los bosques de Milpa Alta colindan con los de Tlalpan en el área de Topilejo, acosadas ambas demarcaciones por incendios reincidentes.
“En Tlalpan, los incendios se encuentran ubicados en su mayor parte dentro del Área Natural Protegida San Miguel Topilejo, así como en el corredor biológico Chichinautzin, San Nicolás Totolapan, Cumbres del Ajusco y el Parque Ecológico de la Ciudad de México”, detallaron.
La presencia frecuente de incendios en ubicaciones cercanas tiene la intencionalidad de inducir el cambio de uso de suelo.
Para los especialistas, los incendios forestales producen degradación del suelo, pérdida de vegetación, además de generar contaminación al aire y contribuir con el cambio climático.
“La concentración de incendios forestales intencionados tiene como objetivo perjudicar el suelo fértil de la zona”, estimaron.
“Pudiendo ocasionar impactos irreversibles sobre este espacio de conservación de la Ciudad de México”, señalaron.
Agencia Reforma