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24 países ratifican medidas para mejorar la ganadería en Latinoamérica

En el marco de la ceremonia de cierre de la XV Reunión de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe (Codegalac), el 19 de agosto, el Ministro del MGAP, Fernando Mattos subrayó la oportunidad que significa contar con los sistemas para generar datos y recabar información con los cuenta Uruguay, como base para la toma de decisiones. Otro elemento mencionado fue la trazabilidad individual bovina, la cual estimó como elemento generador de garantías para los inversores, lo que deriva en apoyos para el sector. La comisión está integrada por Argentina, Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Acceda al enlace del evento, al pie.

Los países que participaron de la instancia, coincidieron en fortalecer a la Codegalac como un encuentro regional que debe promover y mejorar la coordinación y articulación entre las instituciones y organizaciones internacionales que se desempeñan en el ámbito del desarrollo ganadero.

“Los sistemas de trazabilidad de Uruguay pueden ser emulados, copiados o aplicados en los distintos territorios porque generan una fortaleza muy importante gracias a la información aplicada para definir las políticas sectoriales”

A tales efectos, uno de los puntos que arrojó el encuentro fue el diseño de un programa para promover la trazabilidad individual animal, que incluya un diagnóstico inicial de los países para su posterior estandarización y armonización de conceptos y criterios, a la vez que se busca el mejoramiento de los sistemas de trazabilidad e identificación, que permitan construir confianza.

El ministro agregó que la ganadería no se trata solo de economía, es también cultura y es desarrollo de una actividad que cada vez es más exigente, en la cual la sustentabilidad tiene una gran relevancia. En este sentido, se expresó que las pasturas naturales generan un sistema que, más allá de las emisiones naturales, permite un proceso de captura que, junto a la preservación y reforestación, hacen un sistema integral que permite alcanzar metas de sustentabilidad.

“Dentro del proceso de economía circular que significa la producción ganadera, debemos respaldarnos en la ciencia para desestimar ciertas teorías que se intentan implantar en la opinión pública, sobre el efecto que el sector tiene sobre el clima y que no es tal”

El ministro agregó que la ganadería es un emisor minoritario en comparación a otras actividades que el ser humano realiza. “Es esencial aunar las políticas productivas con las ambientales, una no es excluyente de la otra. Contamos con las perfectas condiciones para desarrollar un sistema productivo que respete el ambiente. No hay ambiente sin producción y a la inversa, por lo que debemos quebrar el mito de la contraposición”

En tal sentido, se enfatizó en la importancia de evidenciar y visibilizar los co-beneficios que aporta la actividad ganadera a nivel regional, en cuanto a su potencial de prestar servicios ecosistémicos, mitigar el cambio climático, generar ingresos y fuentes de empleo

“Queremos destacar la importancia y el compromiso de la experiencia en términos de producción sostenible y competitiva que puede aportar el sector privado”

Algunas de las recomendaciones plateadas por los países miembros hacen referencia a priorizar acciones para favorecer el aumento sostenible de la producción, disponibilidad y calidad de los productos pecuarios, impulsando el acceso a recursos productivos, a financiamiento, a capacitación, a la información y los servicios tecnológicos.

Además, facilitar la inserción de la producción de pequeña escala en las cadenas de valor y abastecimiento locales, estableciendo y desarrollando formas asociativas de la producción pecuaria familiar, con el fin de mejorar la escala de operaciones, mediante estrategias que acerquen a los productores al consumidor final (circuitos cortos, compras públicas. Desarrollar marcos legales y políticas de apoyo para aumentar la competitividad de los pequeños productores en los mercados regionales, nacionales y locales, fomentando la participación y las asociaciones efectivas y eficientes del sector público y el privado. Las medidas de recuperación deberían alcanzar a todos los productores pecuarios sin excepción, fomentando iniciativas que potencien el desarrollo de mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y facilitando el acceso de los trabajadores a la seguridad social y sanitaria.

El fomentar de buenas prácticas, tecnologías e innovaciones, considerando las particularidades del territorio y estrategias para la vinculación del sector privado, que favorezcan la resiliencia, sostenibilidad y competitividad de la producción pecuaria. En materia sanitaria se acordó fortalecer los sistemas de seguimiento, vigilancia y notificación a nivel regional, nacional y local a fin de prevenir y detectar la aparición de enfermedades zoonóticas y transfronterizas de los animales, así como garantizar la inocuidad de la producción pecuaria, impulsando el comercio de productos de origen animal.

Finalmente, expresaron que el abordaje de las consecuencias directas de la pandemia ocasionada por el COVID- l9, puede ser la oportunidad para realizar ajustes que los sistemas agroalimentarios requieren para desarrollar resiliencia a riesgos futuros, estableciendo una relación más sostenible entre los seres humanos y la naturaleza, con el fin de lograr el objetivo de transitar hacia sistemas agroalimentarios más resilientes, sostenibles, inclusivos y competitivos.

Durante las jornadas de intercambio técnico, Cecilia Jones, Directora del Proyecto Ganadería y Clima – MGAP expuso algunas de las lecciones aprendidas y desafíos del proyecto Ganadería y Clima. Jones explicó que el objetivo del proyecto es promover el aumento sostenible de la productividad, el ingreso en la producción ganadera, y a la vez contribuir a mitigar el cambio climático, restaurar tierras degradadas en el campo natural y mejorar la resiliencia de los sistemas, a través de un proceso de coinnovación, con enfoque de género.

Dijo además que una proporción importante de productores/as continúa aplicando enfoques de gestión ganadera que generan retornos económicos insuficientes, presión sobre el ecosistema, sus reservas de carbono y su biodiversidad, tienen alta vulnerabilidad a eventos climáticos adversos y derivan en degradación de tierras y emisiones de GEI innecesarias. Distintas experiencias recientes, a escala comercial, y resultados de investigaciones nacionales, muestran que hay trayectorias tecnológicas capaces de aumentar la productividad del pastizal natural en forma notable. En clave de adaptación a la variabilidad y el cambio climático, la propuesta tecnológica posibilita aprovechar los períodos de clima favorable y minimizar los impactos negativos durante los períodos de déficit hídrico prolongado.

La promoción del incremento de la productividad primaria del pastizal natural y acompasar los requerimientos energéticos del rodeo con la curva estacional de producción de forraje, logra destinar mayor parte de la energía consumida hacia la producción de carne en lugar de mantenimiento. Asimismo, destacó la necesidad de un correcto manejo del campo natural y evitar el sobrepastoreo. “El sobrepastoreo implica una menor productividad de pasto y de carne por hectárea, erosión del suelo, pérdida de materia orgánica, degradación de la biodiversidad y otros servicios ecosistémicos. Un manejo adecuado de la presión de pastoreo podría permitir recuperar el pastizal natural, el suelo, la biodiversidad y la resiliencia”.

El proyecto adopta el enfoque de coinnovación que ha sido aplicado con éxito en Uruguay durante varios proyectos participativos de innovación en sistemas familiares de producción tales como horticultura, horticultura-ganadería y ganadería. Estudios nacionales encontraron que en establecimientos familiares criadores de ganado, la participación activa de la mujer en las actividades y decisiones productivas, es un factor dinamizador que propicia las innovaciones prediales.

En general los resultados de la caracterización de la situación inicial de los sistemas productivos muestran importantes oportunidades de mejora. Las proyecciones de impacto que surgen de los planes de rediseño prediales confirman la hipótesis de que existe una brecha importante entre la performance actual y la posible en la mayoría de los sistemas de producción ganaderos basados en pastizales naturales. En este sentido, Jones informó que se proyectan mejoras importantes en la mayoría de los indicadores económico-productivos:

83 y 95% de incremento promedio del INF por ha y predial, respectivamente, obtenidos con solo 2% de aumento promedio en los costos totales por ha
29 y 43% de incremento en el ingreso bruto total y vacuno por ha, respectivamente
La producción de carne vacuna aumenta en casi todos los predios, 46% en promedio. En 29 predios en los que la producción ovina es relevante, se duplica en promedio la producción de carne ovina
En promedio el % de destete aumenta 13 puntos porcentuales, 26 Kg el peso de los terneros/as al destete, y 42 Kg los kilos de ternero destetado por vaca entorada
También se proyecta un incremento en la altura del pasto promedio, producción de pasto y asignación de forraje (sin proyecciones cuantitativas), que son el sustento del cambio en los indicadores económico-productivos
En la línea de base se ha encontrado una importante variación en las estimaciones de las emisiones de gases de efecto invernadero tanto por hectárea como por kilo de carne producida. Las mejoras en la altura de pasto, mejora en los % de preñez, peso al destete y producción de carne por hectárea proyectadas redundarán además en una disminución en las emisiones de GEI por kg de carne producido y una potencial restauración de tierras degradadas, debido a su mejor manejo. En los 4 predios con los que se cuenta con resultados preliminares del primer año de trabajo se constató que se han reducido notoriamente (hasta en un 25%) sus emisiones, relativas y totales en los 4 casos, mientras que aumentó la productividad al mismo tiempo, concluyó.

Fuente: Eurocarne

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